Una cita intima & matutina con mi Rey

Una cita intima & matutina con mi Rey

Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido, Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola. La higuera ha echado sus higos, Y las vides en cierne dieron olor; Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.

Cantares 2:10-13 (RV60)

Si tan solo te acercaras a mi presencia, si tan solo comprendieras que tengo servida a la mesa grandes bendiciones solo para ti, aprenderás de mí cosas grandes y ocultas que tú no conoces. ¡Levántate príncipe / princesa mía! La mesa está servida para ti, levántate temprano cada día para yo llenarte de cosas nuevas. me has pedido que cosas grandes sucedan en tu vida, pero no te has levantado a buscarme temprano, Cuanto me agrada tanto cuando tú te levantabas antes de que el alba rayara, en medio del absoluto silencio y de la suave brisa de la madrugada a clamar fervientemente por mi presencia.

Últimamente me he venido sintiendo inquieta en gran manera acerca del arder más de pasión por Dios, y me he dado cuenta que no hay nada mejor que levantarse en horas de la madrugada y tener una cita matutina con el Creador, en medio del silencio, cuando no hay ruidos, aun cuando quizá tu familia duerme, donde no hay interrupciones de ningún tipo, es allí donde nuestro corazón se quebranta, se conmueve nuestras entrañas y se hace más sensible a Su voz. Y esto no es nada nuevo, pues está registrado en su Palabra que nuestro Señor Jesús se levantaba desde muy temprano e iba a clamar al Padre para así al día siguiente cumplir el propósito para el cual Dios lo había enviado.

Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. (Marcos 1:35 RV60)

Tal vez has tenido luchas en tu vida con debilidades pendientes a rendirlas a Dios, tal vez te inquieta alguna situación por la cual estés atravesando, personas que necesitan de tu oración, grandes decisiones que debes tomar en estos momentos de tu vida, cosas que necesitas que Dios mismo te las haga entender o revelar a través de su palabra, etc.; o así como yo, se ha despertado en ti una gran hambre y sed por crecer más en el conocimiento de Dios, conocer y disfrutar de Su presencia, Su fragancia, Su poder. ¡Es momento que te determines en el poder de Dios y en el nombre de Jesús a buscarlo de mañana! ¡LA MESA ESTÁ SERVIDA PARA TI, ¿QUE ESPERAS PARA DISFRUTAR DEL BANQUETE QUE TU AMADO REY TIENE PREPARADO PARA TI CADA MAÑANA?! Jajajaja disfruta de ese momento en especial, y al finalizar el día te sentirás plen@ y satisfech@ de haberlo vivido eficaz y productivamente, pues en la intimidad con Dios donde te fortaleces y te renuevas completamente. Sé que al principio tendrás que hacer un gran esfuerzo levantarte al sonar el despertador y pedirle al Señor que te convenza de no volverte a echar otra cobijita encima, requerirá de constancia y perseverancia, pues es cuestión de hábito con el fin de que el resto de tu día se haga más eficiente para la gloria de tu Padre Dios. Y recuerda: Dile al Señor que de corazón cuanto lo amas y que quieres tener una cita diaria con Él, dile que te quieres encontrar una vez más cada amanecer con tu Amado Rey. Ten por seguro que Dios así no rechazará ni tendrá en poco un corazón humillado que anhela ardientemente Su presencia.

Así que cada vez que vayáis a dormir medita y di esto: 

Mañana me esperan grandes cosas nuevas en el Señor, me acuesto, pues al levantarme antes de que raye el alba voy a tener una cita con mi Padre celestial. Grandes bendiciones me han sido tendidas a su mesa. Es hora de sentarse a la mesa de Dios, callar tu alma y estar dispuestos a que Él nos muestre su voluntad en todas las áreas de nuestra vida. Y que mejor esto disfrutar sino en la frescura de cada amanecer.

Me llevó a la casa del banquete, Y su bandera sobre mí fue amor.

(Cantares 2: 4)

Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven ¡La mesa está servida!

Autora: Erika María Zambrano

Escrito para www.destellodesugloria.org

COMPARTE


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: