¿Cómo está tu lámpara hoy? – El sermón del monte

EL SERMÓN DEL MONTE

¿CÓMO ESTÁ TU LÁMPARA HOY?

Lectura: Mateo 6:22-23

Por favor cambia tu mente a la forma de la de un niño para que puedas entender la Palabra que Dios tiene para ti hoy.

El sermón del monte es una predicación hermosa que Jesucristo pronunció, se cree, sobre el monte ahora conocido como Monte de las bienaventuranzas. En esta preciosa predicación, Jesús nos dejó fundamentos sólidos para construir nuestra vida y para cambiar nuestra perspectiva de ella. Quiero, con esta serie de devocionales, llamar la atención de cada uno de ustedes a la importancia que tiene la aplicación de esta hermosa predicación para nuestra vida diaria, predicación que tiene tanta vigencia hoy como la tuvo cuando fue enseñada por primera vez:

¿Cómo está tu lámpara hoy?:

Nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, y la Biblia nos enseña a guardarlo en santidad y honor para dar gloria a quien lo creó. Jesús nos enseña que la lámpara de nuestro cuerpo es nuestra mirada y que, dependiendo de a dónde se dirija, definirá quienes somos.
Debemos sentarnos por un momento a reflexionar qué estamos mirando y pensar en la clase de personas que queremos ser.

El Apóstol Juan, enseñó que una de las formas en que podemos ser engañados para perder nuestra salvación es a través de los deseos de los ojos. En el relato del Génesis, vemos como Adán y Eva vieron que el fruto prohibido parecía ser delicioso y lo desearon, omitiendo la orden directa de Dios de no comerlo. También recordamos, como David pecó al ver una mujer bañándose y desearla en su corazón, lo que le trajo una serie de caóticas repercusiones espirituales, personales y familiares.

A través de la tecnología, podemos alimentar nuestra vista de un sin número de contenidos perjudiciales para nuestra vida espiritual. La oportunidad de dirigir nuestra vista a cualquier cosa nociva está ahí, a un solo clic de distancia y, por tanto, debemos tener mucho cuidado.

No pienso que la tecnología sea perjudicial en sí misma, de hecho, considero que es una gran herramienta para la evangelización y la comunicación. El problema es nuestro corazón que tiende a lo malo y que, lastimosamente, la maldad es cada vez más fácilmente accesible.
El fruto que Adán y Eva comieron representa el pecado, algo que llama profundamente nuestra atención. Cuando la Biblia habla de los deseos de los ojos, no solo habla de deseos sexuales sino cualquier cosa que llame nuestra atención y nos separe de Dios.

Recordemos que Jesús fue tentado, cuando el diablo le mostró todos los reinos del mundo y su gloria para evitar que cumpliera su propósito mesiánico. La tentación era la gloria, evitar el calvario de la cruz; y toda aquella tentación empezó por los ojos.

Si Jesús fue tentado por sus ojos, podemos estar seguros de que nosotros también lo seremos; pero, si tenemos en nuestra mente la Palabra, saldremos victoriosos de toda tentación, como Él lo hizo.

A continuación, listaré algunas de las tentaciones de los ojos, que pienso, son las más comunes. Sin embargo, si faltara alguna hemos de recordar que el punto principal es que debemos alejar nuestra mirada de todo lo que nos aleja de Dios.

• Deseo Sexual: Esta fue la tentación por la que David pecó. En el mundo en el que vivimos, los límites son cada vez más difusos. Encontramos todo tipo de incitación sexual en las series, novelas, internet, revistas, eventos deportivos, marketing, etc. La exposición a imágenes sexuales es común y difícilmente evitable hoy en día.

• Poder y gloria: Ver personas con carros de último modelo, casas lujosas y todo tipo de bienes que no poseemos, puede construir en nosotros un deseo que puede convertirse en un ídolo y separarnos de Dios. Puede hacernos codiciosos, envidiosos, temerosos, insatisfechos. Muchas personas han caído víctimas del deseo de poder y se han unido a bandas criminales o han cometido actos ilícitos con el propósito de obtener aquello que sus ojos desearon.

• Vanidad: Muchas personas se vuelven esclavos de gimnasios para tener un cuerpo perfecto. Quieren verse bien, e imitan los cuerpos ideales que ven en revistas, redes sociales, televisión o cine. A algunos los lleva a rendir culto a su propio cuerpo, a otros los lleva a consumir todo tipo de elementos perjudiciales para su organismo; a otros los lleva a caer en la bulimia y la anorexia.

• Consumismo: Querer tener el último celular, la mejor ropa, la última consola de videojuegos, estar a la vanguardia. No digo que tener posesiones materiales sea malo, sino que puede llegar a un punto en que se vuelve un culto al consumismo y a la necesidad de encajar en el mundo. Esto puede ocasiones envidias, celos, contiendas, inseguridades, temores, orgullo, etc.

• Contenidos inapropiados: Hay películas, videojuegos, música, series, caricaturas, anime que presenta temáticas inapropiadas que nos separan de Dios. Elementos como películas de terror y horror que pueden afectar nuestra mente, canciones con contenido vacío, vano, erótico o depresivo; anime o caricaturas Gore, con contenidos espirituales en contra de la Palabra de Dios o que atenten contra nuestra fe; pornografía, entre muchos otros nos pueden afectar seriamente en nuestra vida espiritual.
Como cristianos, es fundamental que pongamos atención en lo que estamos dirigiendo nuestra mirada. Debemos corregir si está dirigida a lo malo y dedicar más nuestros ojos a lo bueno y lo que nos edifica.

QUE DIOS TE BENDIGA

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará”

Salmo 1:1-3

Autor: Juan Felipe Caro Valencia
Escrito para www.destellodesugloria.org

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