¡La fama o testimonio del cristiano! – Parte II

¡LA FAMA O TESTIMONIO DEL CRISTIANO! (II)

fama o testimonio1 SAMUEL 12: 1-5

INTRODUCCIÓN: en esta segunda y última entrega con respecto a este tema, estudiaremos otras verdades fundamentales e importantes que nos ayudarán a tener buena fama o buen testimonio. Veámoslo otras verdades:

1.     LA BUENA FAMA O TESTIMONIO NOS PRODUCE TRANQUILIDAD Y CONFIANZA  (1 SAMUEL 12: 1-5)

Si nuestra fama o testimonio es bueno e irreprochable; no habrá que temer (miedo), sino que estaremos “TRANQUILOS” y dispuestos a cualquier seguimiento o evaluación posible en el lugar donde laboramos, vivimos y hasta en la misma iglesia con el servicio que realizamos para Dios y Su obra. Esta fue la experiencia de Samuel (sacerdote, profeta y juez), cuando él mismo se sometió a ser evaluado ante todo Israel (1 Samuel 12: 1-5). Recordemos el dicho popular que dice: “El que no la debe no la teme”.

2.     LA BUENA FAMA O TETIMONIO DEBE SER VIVO Y REAL A LOS DEMÁS DE LO QUE AHORA SOMOS (1 SAMUEL 19: 4-6)

Si nuestra fama o testimonio es bueno e irreprochable no habrá necesidad de hablar a favor nuestro ni siquiera de defendernos nosotros mismos; sino que la gente que nos rodea y conoce nuestro buen testimonio y buena fama se encargaran de hacerlo las veces que sea necesario: “TESTIFICARAN”. Así sucedió con David (1 Samuel 19: 4-6), Timoteo (1 Timoteo 16: 1-5 [vr. 3]), el hermano Gayo (3 Juan  1-6, 12).

3.     LA BUENA FAMA O TESTIMONIO ABRE PUERTAS Y CREA OPORTUNIDADES GRANDES E IMPORTANTES (HECHOS 16: 1-5)

El joven Timoteo tuvo el privilegio de hacer parte del “MINISTERIO” del apóstol Pablo desde el segundo viaje misionero; todo por el buen testimonio o la buena fama que tenía de los cristianos en Listra e Iconio. Esta es la gente que Dios quiere para el ministerio, liderazgo y servicio o diaconado (Hechos 6: 1-7). Caso contrario cierra puertas (1 Samuel 8: 1- 5; 12: 1, 2)

4.     LA BUENA FAMA O TESTIMONIO DEBE SER DEMOSTRADA MÁS QUE NUNCA AHORA EN EL CRISTIANISMO (GÁLATAS 1: 21-24):                                                                                                                                                                    

Nuestra fama de hoy como cristianos debe ser MEJOR” que la fama que teníamos antes de serlo (demostrarlo con hechos). Esta fue la experiencia de Saulo o Pablo (Hechos 9: 21, 22, 26-29; Gálatas 1: 23). Por eso debemos Preguntarnos: Desde el día que aceptamos a Cristo como Salvador ¿La vida ha cambiado a tal punto que al Dios que tanto odiábamos y rechazábamos, ahora es prioridad?  El pecado que antes amábamos ¿Ahora nos da asco practicarlo y buscamos la forma de no seguir en él?  ¿Nuestra vida ha cambiado radicalmente que ahora las cosas del mundo nos importan poco? ¡No olvidemos que una vez que Jesucristo nos toca jamás quedamos igual!

5.     LA BUENA FAMA O TESTIMONIO DEBE SER MANIFESTADA PRIMERO A LOS DE AFUERA: LOS NO CREYENTES (1 TIMOTEO 3: 7): La buena fama, el buen testimonio con los de afuera (los que no son de la iglesia) son importantes para no caer en “DESCRÉDITO” (gr. Oneidismós; oneidízo): deshonra, vituperio, difama, atacar, molestar, acusar, acosar, oprobio, reconvenir, reprochar, criticar. Tampoco caeremos en “LAZO” (gr. Pagís): trampa, truco, estratagema, tentación del diablo (1 Timoteo 3: 7). Recuerde que él anda como león rugiente para devorar (1 Pedro 5: 8)

6.     LA BUENA FAMA O TESTIMONIO ES EL RESULTADO DE UNA EXCELENTE RELACIÓN CON DIOS (HEBREOS 11: 1, 2, 4, 39)

Nuestra buena fama (testimonio) se desarrollará conforme a que tan buena sea nuestra relación con Dios (FE), dependiendo del tiempo que pasemos en la Palabra, en la Oración y la búsqueda espiritual; es como seremos reconocidos. Si mi relación con Dios es buena y aceptable, también las relaciones humanas lo serán. ¡Buenas relaciones horizontales, son buenas relaciones verticales! (Proverbios 16: 7)

7.     LA BUENA FAMA O TESTIMONIO ES PRODUCTO DEL ANDAR DIARIO AL IGUAL QUE JESUCRISTO (1 JUAN 2: 6):

Este texto bíblico es una referencia al estilo de vida de Jesucristo, marcado por la obediencia a Dios y el amor al prójimo como norma para el verdadero cristianismo. También hace alusión a la conducta, santificación y comunión más que de unión. De hecho la palabra “PERMANECER” (gr. Ménein): expresa algo íntimo (comunión). El versículo en sí no tiene la connotación de unión con Cristo sino de comunión con Él (Juan 15: 1-17). El contexto de esta gran declaración se debe a que Juan tenía claro que los gnósticos de época también “HABLABAN Y DECÍAN PERMANECER EN DIOS”. Por eso el apóstol literalmente expresó: “EL QUE DICE…” Sin embargo; ellos desdeñaban la obligación moral de vivir una vida santa, como es deber de quien se precia de tener comunión con el Dios santo (1 Juan 1: 5, 6): con sus actos demostraban todo lo contrario.

De ahí que Juan enseñó que el que  “PERMANECE” en Cristo “DEBE” “ANDAR” como Él anduvo. “Opheílei” es el término griego para “DEBE” e indica una obligación íntima, personal y libremente aceptada.  “ANDAR” (gr. Peripatéo): moverse, proceder, conducirse, seguir y es una metáfora que expresa la conducta y el juste que ha de observar nuestra conducta con la del Señor Jesucristo: la satisfacción consiste en la imitación de Cristo, quien pasó haciendo el bien (Hechos 10: 38) y no hizo pecado (1 Pedro 2: 21, 22). Es cierto que no podemos llegar a su nivel, pero eso mismo debe espolearnos a seguirle con el mayor ahínco.

CONCLUSIÓN: después de haber estudiado las dos partes de esta exhortante Palabra terminamos preguntarnos: ¿Cuál es la fama que tenemos? ¿Cuál es el testimonio que estamos dando? ¿Cuál es el concepto que la sociedad tiene de nosotros? ¿Qué dice la gente de nosotros? ¿Cómo es nuestro comportamiento en el contorno donde vivimos y laboramos? ¿Qué actitudes son reprochables por el mundo en que vivimos? ¿En qué áreas de la vida hemos y estamos siendo cuestionados por los demás? Dios permita que todos estos interrogantes sirvan de reflexión para hoy más que nunca preocuparnos e interesarnos por un buen testimonio o buena fama en la calle, barrió, casa, oficina, ciudad, iglesia y cualquier otro lugar donde tenemos y nos toca estar. ¡AMÉN QUE SÍ! MANOS A LA OBRA!   

AUTOR: PrediCantor Garys Leandro

Preparado originalmente para: www.destellodesugloria.org

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