Reflexión – La Escalada
Un Destellito en las manos de Dios.
Destellito, un apasionado del montañismo, quiso saber más de una de sus ramas, se trata de la escalada. Es una práctica riesgosa y que requiere un buen estado físico y mental. El escalador no cuenta con más apoyo que sus piernas y brazos, mientras sube, va buscando las grietas y las salientes que le puedan servir para llegar a la cima. Mientras busca con sus ojos un buen sendero para continuar, se aferra fuertemente a la roca para no caer al abismo.
La Escalada.-
Los que practican el escalamiento de manera habitual, han hecho de la roca su amigo y llegar a la cima es un logro que no se olvida, dijo Destellito. Desafiar la pared rocosa que se yergue muy alto está en la adrenalina del escalador; la mente, y la fuerza muscular de las extremidades se unen para lograr el objetivo, dijo Destellito, al momento que abría la Biblia para leer:
“Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza”. Salmo 71:3
Así como el escalador ama a la roca y se une a ella con el fin de alcanzar el punto más alto, del mismo modo los hijos de Dios deben amar a la Roca que es Cristo Jesús. Asirse a Él, es vivir. Alcanzar la cima en Cristo es llegar al Reino de los cielos, es traspasar el umbral de la ciudad edificada para los que le siguen. Mientras se sube jamás se debe mirar hacia abajo porque se puede perder el equilibrio y caer. Cristo la Roca es el refugio, Cristo la Roca es la fortaleza mientras permanezcan agarrados fuertemente a Él.-
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org