Reflexión: La Mujer Tejedora
Un Destellito En Las Manos de Dios
Las personas, de manera general, deben trabajar para poder vivir, señala Destellito. Algunas tienen labores de mucho sacrificio, como el de cierta mujer tejedora que dedicaba largas horas a su trabajo para mantener a su familia, ese esfuerzo resintió su salud a tal grado, que fue necesario que un médico la examinara y la tratara. Al recuperarse, su médico le dijo, —Usted ya está mejorada y por el bien suyo, le voy a ordenar que los días domingo no realice ninguna actividad, permanezca en su casa descansando. —Pero doctor, yo el día domingo lo dedico para ir al templo a adorar a Dios, dijo la mujer. El templo y Dios se la pueden pasar muy bien sin usted, contestó el médico. —Así será, dijo la tejedora, pero yo no me la puedo pasar sin Dios y sin el templo, contestó.
La Mujer Tejedora
Y consideremos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuando veis que aquél día se acerca. Hebreos 10: 24,25.
Un buen ejemplo da la mujer tejedora, expresa Destellito. Uno de los mayores errores que pueden cometer los hijos y las hijas de Dios Creador es dejar de congregarse en el templo. No existe excusa para ello. El hombre interior requiere ser alimentado por la Palabra de Dios día a día, y en esto operan dos acciones, la primera, dedicación en el hogar en aquellos días que no hay servicios en la iglesia, a eso se le llama el culto familiar, donde el sacerdote del hogar, el esposo o padre de familia, ministra a los suyos, y la segunda, tiene que ver con la fidelidad en la asistencia a los servicios programados por la iglesia. Estar participando en las actividades organizadas, permite la nutrición necesaria para soportar los días malos, o los ataques del diablo. El apóstol Pablo señala la razón para estar en permanente comunión unos con otros en la iglesia, cuando veis que aquél día se acerca, o sea que Cristo el Señor viene pronto, y quiere encontrar a los hijos e hijas de Dios, en plena actividad, y no indolentes en asistir al templo, dijo finalmente Destellito.-
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org
