Mensajes Cortos: ¡Intercede!
¡Intercede!
y acercándose a él le dijo: —No me digas que vas a matar a los buenos junto con los malos. Supongamos que en la ciudad se encuentran cincuenta personas buenas. ¿No perdonarías, por esas cincuenta personas, a todos los que allí viven? ¡Tú eres el juez de toda la tierra! ¡Tú no puedes matar a los que hacen lo bueno junto con los que hacen lo malo! ¡Tú eres un Dios justo!
Y Dios le contestó:—Si encuentro en Sodoma cincuenta personas buenas, por ellas perdonaré a toda la ciudad. Pero Abraham volvió a decir:—Dios mío, perdona mi atrevimiento de hablar contigo, pues ante ti no soy nada. Pero, ¿qué pasará si en toda la ciudad sólo hay cuarenta y cinco personas buenas? ¿Destruirás de todos modos la ciudad?
Dios respondió: —Si encuentro esas cuarenta y cinco personas, no la destruiré. Una vez más, Abraham dijo:—¿Y qué tal si sólo encuentras cuarenta?
Dios le aseguró:—Por esos cuarenta, no destruiré la ciudad.
Pero Abraham insistió:—Dios mío, no te enojes conmigo si sigo hablando; pero, ¿qué pasará si no hay más que treinta personas buenas?
Y Dios le dijo:—Si encuentro esas treinta personas, no destruiré la ciudad. Abraham volvió a insistir: —Dios mío, realmente soy muy atrevido, pero ¿si sólo se encuentran veinte? Dios respondió: —Hasta por esos veinte, no destruiré la ciudad.
De nuevo dijo Abraham:—Yo te ruego, Dios mío, que no te enojes conmigo, pero sólo insistiré una vez más. ¿Y qué tal si sólo se encuentran diez?
Y Dios le aseguró:—Por esos diez, no destruiré la ciudad. Luego de hablar con Abraham, Dios se fue de allí. Abraham, por su parte, regresó a su tienda de campaña. Génesis 18:23-33
Que maravilloso es ver en este pasaje como Abraham clama a Dios e intercede por una nación y Dios lo oye. Seis veces le suplica Abraham a Dios que perdona a Sodoma. Cada vez Dios le concede su petición. Este incidente debería animarnos a interceder en forma eficaz y a esperar respuestas a la oración.
El pasaje apunta la triste desgracia de que ni siquiera había diez justos dentro de la ciudad. Pongamos en práctica la intercesión pidiéndole a Dios por medio de su Hijo Jesucristo que tenga misericordia del mundo entero, que libere personas cautivas, intercedamos por lo que no podemos hacer, pero si clamamos al Señor, veremos Su gloria obrando.
Autora: Kari Gazo
Escrito para www.destellodesugloria.org