Reflexión: El gran jefe indio

Un Destellito En Las Manos De Dios

jefe indioLos líderes están en todo lugar. Aún en un pequeño grupo de personas, existe uno, señala Destellito. El liderazgo es parte esencial para el éxito de una empresa, o de un club deportivo, de una carrera universitaria, o de una iglesia, por ejemplo. Destellito conoció la historia de una tribu que debió enfrentar el momento de cambio de líder, y que considera útil para sus lectores.

Se trata de un anciano jefe que debido a su edad y a su delicado estado de salud, determinó mediante pruebas dar con la persona adecuada para ocupar su lugar. Primero hizo una preselección hasta llegar a tres hombres idóneos para la sucesión. Con el propósito de dar con el indicado, los desafió a subir hasta la cima de la gran montaña que se ubicaba cerca de la tribu, advirtiendo que debían probar la ascensión trayendo algo que indicara haberlo realizado.

Partieron los tres jóvenes postulantes por caminos diferentes, y al cabo de cuatro días los habitantes los vieron regresar, el primero se presentó ante el Jefe, —¿Qué prueba me traes de que llegaste a la cima?. El indígena le entregó una hermosa flor que crece únicamente en la cumbre, —Hermosa prueba, dijo el anciano, esperemos a los otros y entonces decidiré, agregó. Tres horas después, llegó el segundo hombre con algo de color blanco en sus manos, —Gran Jefe, he subido hasta la cumbre y he traído un huevo de osprey, ésta águila anida solamente en las cumbres muy altas. —Muy importante la prueba que has traído, esperaré que llegue el último y tomaré la decisión. Una hora después, casi al caer la tarde, llegó el tercer elegido, la tribu y su Jefe, impresionados, se dan cuenta que no traía nada que dijera que había llegado a la cumbre de la montaña, —Gran Jefe, he subido por la montaña hasta llegar a la cima, dijo. — ¿Qué prueba me traes que estuviste allí?, preguntó el anciano líder. —Lo que vi no lo puedo traer, pero sí lo tengo en mi corazón, desde lo alto de la cumbre vi el mar. El Jefe apenas contenido por la emoción puso al indígena frente a los miembros de la tribu, y les dijo: —He aquí su vuestro nuevo Jefe. Él se dio cuenta que el elegido era capaz de mirar más allá de los límites de su tribu, lo que sin duda era una cualidad que permitiría larga vida a la tribu, además de ser un buen Jefe.

El Gran Jefe Indio

Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. Habacuc 2:3.

Fue necesario contar integra la historia, señala Destellito, para que se comprenda cabalmente la enseñanza. La elección del tercer candidato como Jefe de la tribu no fue antojadiza, sino que el anciano Jefe, entendió que el elegido tenía visión, ello, contribuiría para que las decisiones y las estrategias fueran tomadas siempre mirando hacia adelante, hacia el futuro. Todo líder de  la iglesia debe tener visión, debe ver a sus dirigidos más allá del aula. El profeta Habacuc, tenía una visión cuyo cumplimiento sería efectivo en el tiempo futuro, lo creyó y murió esperándolo, afirmó Destellito. Los hijos y las hijas de Dios Creador, también tienen una visión que el Espíritu Santo ha puesto en sus corazones y que inexorablemente se cumplirá, y esa visión es el inminente retorno de Cristo el Señor a la Tierra. Jesús viene. Es responsabilidad de los hijos de Dios hablar, anunciar, o pregonar que la promesa se cumplirá, expresó finalmente Destellito.-

Autor: Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org

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