Reflexión: El crítico de arte

Un Destellito En Las Manos De Dios

Destellito cuenta a sus lectores la siguiente historia.

Un hombre, que se jactaba de su habilidad para evaluar obras de arte, fue a visitar junto a su esposa y amigos, una exposición. Cuando llegaron se dio cuenta que había olvidado sus lentes ópticos que le ayudaban por su seria miopía, de todos modos decidió hacer alarde de lo mucho que sabía. Tan pronto ingresado al salón comenzó a criticar las obras. Luego se detuvo ante lo que creía un retrato de cuerpo entero, el marco no tiene ninguna relación con la obra, el hombre luce una ropa totalmente inadecuada y andrajosa. El artista cometió un error imperdonable al usar a ese hombre como modelo, es una falta de respeto, dijo. Cuando iba a continuar con su crítica, su mujer se le acercó tímidamente y le dijo al oído: Querido, estás frente a un espejo.

El Crítico De Arte

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Romanos 12:3.

Se debe pensar de sí con cordura. El crítico de arte no era riguroso consigo mismo pero sí con los demás, y es generalmente una situación que a muchos hijos e hijas de Dios Creador les afecta. En la congregación, se corre el riesgo que el autoestima se vaya a las nubes, especialmente cuando se asume una situación de liderazgo. El alto concepto se alimenta a diario, tiene un apetito voraz. Lo pueden alimentar las personas, con sus opiniones exageradas sobre los méritos de alguien, elevándolo de sitial, o por una opinión favorable de sí mismo, alejada de la humildad.-

Escrito para: www.destellodesugloria.org

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