Lo vil y menospreciado escoge Dios para glorificarse

LO VIL Y MENOSPRECIADO ESCOGE DIOS PARA GLORIFICARSE

escogio DiosNo sé si alguna vez a ti te ha pasado que te subestiman o menosprecian por tu apariencia, tu condición económica, tu nivel de formación, tu género o cualquier otro aspecto. Lo cierto es que independientemente de la razón, es una experiencia de rechazo que puede generar sentimientos de derrota o frustración y que fácilmente pueden arraigarse en el corazón, limitando muchas veces el logro de aquellos propósitos que se han planeado alcanzar. Sin embargo, esta es una experiencia que para un hijo de Dios, en lugar de traer fracaso trae la esperanza de la victoria que solamente en Cristo Jesús se puede obtener. Pues Dios se complace en ustedes cuando hacen lo que saben que es correcto y sufren con paciencia cuando reciben un trato injusto.  Es obvio que no hay mérito en ser paciente si a uno lo golpean por haber actuado mal, pero si sufren por hacer el bien y lo soportan con paciencia, Dios se agrada de ustedes”. 1 Pedro 2:19-20 (Nueva Traducción Viviente).

Personalmente he tenido que vivir muchas veces este tipo de acontecimientos, lo bueno es que cada vez que me sucede algo de esta magnitud, simplemente recuerdo lo que dice la palabra de Dios y mientras aquellos que se encuentran a mi alrededor se consideran victoriosos en su maldad, yo por el contrario, me aferro a las promesas de Dios; primero ignorando todo tipo de comentario negativo u ofensivo que pretenda dañarme y obstaculizar la obra que Dios quiere perfeccionar en mí; y en segundo lugar, entregando en las manos de Dios a mis ofensores, pidiendo a Él misericordia para ellos porque claro está, en medio de su ignorancia no saben ni lo que dicen ni lo que hacen. “Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos. Él nunca pecó y jamás engañó a nadie.No respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia”. 1 Pedro 2:21- 23 (Nueva Traducción Viviente).

Les confieso algo, cuando esto me ha pasado no puedo dejar de sentir tristeza por estas personas que actúan conforme sus deseos carnales y pecaminosos, no por lo que me dicen o me hacen a mí, sino porque no se dan cuenta de que a quien verdaderamente están ofendiendo es a Dios, quien es justo y en su justicia tarde que temprano les pedirá cuentas de cada palabra ociosa que hayan pronunciado y de cada obra de sus manos. Yo, el Señor, lo he dicho, y lo cumpliré. Yo mismo actuaré, y no me voy a retractar. No tendré compasión ni me arrepentiré. Te juzgaré conforme a tu conducta y a tus acciones. Lo afirma el Señor omnipotente”. Ezequiel 24:14 (Nueva Versión Internacional). El Señor es quien examina los pensamientos y las intenciones de cada persona y le dará a cada uno lo que merece (Apocalipsis 2:23). Además, “Les digo lo siguiente: el día del juicio, tendrán que dar cuenta de toda palabra inútil que hayan dicho. Las palabras que digas te absolverán o te condenarán”. Mateo 12:36-37 (Nueva Traducción Viviente).

Lo importante es que mientras tengamos vida, todos tenemos la posibilidad de arrepentirnos y volvernos a los pies de nuestro Padre, conservando la firme esperanza de recibir el favor de su perdón por medio de Cristo Jesús. Que así sea.

Por otra parte, lo más gratificante de todas estas experiencias es saber que tenemos un abogado en el cielo “Jesucristo” quien en medio de su justicia y su bondad, usa nuestras debilidades para exaltarse y glorificarse. Es hermoso ver cómo Él, de lo vil y menospreciado de este mundo, de aquel a quien el mundo ha rechazado y de quien se han burlado, escoge para mostrar su gloria y poder. Así que, que no te importe cuánto te insulten, te subestimen o te desprecien, recuerda que estas en las manos de Dios y que Él es quien te dará su gloria incluso delante de tus oponentes. Tarde que temprano, Él, conforme su justicia obrará y todos aquellos que una vez vituperaron y mancharon tu nombre, verán la omnipotencia de Dios. Mientras tanto, tú ocúpate de amarlos y bendecirlos para que el Señor tenga misericordia de ellos así como la ha tenido contigo.

“Bendigan a quienes los persiguen. No los maldigan, sino pídanle a Dios en oración que los bendiga. Nunca devuelvan a nadie mal por mal. Compórtense de tal manera que todo el mundo vea que ustedes son personas honradas. Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos. Queridos amigos, nunca tomen venganza. Dejen que se encargue la justa ira de Dios. Pues dicen las Escrituras:

“Yo tomaré venganza; Yo les pagaré lo que se merecen”, dice el Señor. En cambio, “Si tus enemigos tienen hambre, dales de comer. Si tienen sed, dales de beber. Al hacer eso, amontonarás carbones encendidos de vergüenza sobre su cabeza”. No dejen que el mal los venza, más bien venzan el mal haciendo el bien”. Romanos 12:14, 17-21 (Nueva Traducción Viviente).

Por lo general aquellos que menosprecian a otros, se consideran más sabios e inteligentes, creen que son superiores a los demás y confían tanto en sí mismos, en lo que saben y en lo que tienen, que son incapaces de reconocer que existe un Dios, quién está atento a cada cosa que decimos y hacemos. Se creen tan sabios que ignoran la omnisciencia y la justicia del Señor, de Jehová de los ejércitos, del Todopoderoso, Amo y Señor de sus vidas, Amo y Señor de todo lo creado. En pocas palabras, su necia sabiduría los hace ignorantes.

No obstante, para los que confiamos firmemente en la palabra de Dios, tenemos claro que “de lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia”. 1 Corintios 1:27-29 (Reina Valera 1960).

Entonces, no hay por qué acobardarnos, es un privilegio ser lo vil y lo necio que este mundo menospreció pero que Dios escogió para glorificarse. Toda la gloria, la honra, el reconocimiento y el honor para nuestro Padre, en Cristo Jesús, nuestro Salvador y Redentor, por los siglos de los siglos. Amén.

¡No te mortifiques cuando el mundo te menosprecie, más bien sonríe, porque es un privilegio ser despreciado por el mundo para ver la gloria de Dios!

“Dios los bendice a ustedes cuando la gente les hace burla y los persigue y miente acerca de ustedes y dice toda clase de cosas malas en su contra porque son mis seguidores. ¡Alégrense! ¡Estén contentos, porque les espera una gran recompensa en el cielo! Y recuerden que a los antiguos profetas los persiguieron de la misma manera”.

Mateo 5:11-12 (Nueva Traducción Viviente).

 

Autora: Marisela Ocampo Otálvaro

Escrito para www.destellodesugloria.org

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