Que nadie apague la luz

QUE NADIE APAGUE TU LUZ

Cuando una estrella brilla a veces las nubes intentan opacarlas, pero es tanta su luz que no se pierden en medio de la noche.

Tal vez tu eres esa estrella que esta lista para brillar, o que ha brillado toda su vida, pero de repente hay personas o situaciones que han intentado quitar la luz que Dios te ha dado, es normal en esta vida encontrarse con personas envidiosas que les duele que los demás avancen y alcancen lo que ellos no han podido.

¨Habla mentira cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón. Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, Y la lengua que habla jactanciosamente¨ Salmos 12: 2-3 RVR 1960.

La crítica y la murmuración es la herramienta perfecta para las personas difamadoras y disociadoras. En la actualidad si tú quieres dejar mal a alguien o hacer una imagen falsa de ella, solo basta con hablar mal de esta, son pocas las personas que se detienen a conocer y tener su propia opinión sin ser influenciado por los malos comentarios de los demás.

Tristemente esto aún se ve en algunas congregaciones, la demora es que llegue alguien que Dios le use más para que despierte la envidia y la crítica de muchos.

Esta situación no es solo de las iglesias, sino también de las familias, amigos, conocidos y en todo lugar, nos atrevemos a lanzar juicio hacia alguien solo porque no estamos de acuerdo con lo que es o con lo que hace.

 Quizás esta es tu situación, se te han cerrado puertas por tener a Dios en tu corazón, te han criticado por que le sigues, o porque simplemente no te quieren ver prosperar, es indignante que nos difamen y digan cosas de nosotros que no son verdad, pero si bien es cierto es Dios quien conoce nuestro corazón, por ello no es necesario entrar en pleitos y contiendas con estas persona mentirosas, dejemos que Dios nos defienda y que a cada uno pague con forme a su obra, Dios nunca llega tarde y si hay alguien que meta la mano por nosotros es El.

¨El Señor responde: «He visto violencia contra los indefensos y he oído el gemir de los pobres. Ahora me levantaré para rescatarlos como ellos anhelaron que hiciera». Las promesas del Señor son puras como la plata refinada en el horno, purificada siete veces. Por lo tanto, Señor, sabemos que protegerás a los oprimidos; los guardarás para siempre de esta generación mentirosa, aunque los malvados anden pavoneándose y se alabe el mal por toda la tierra¨.

(Salmos 12: 5-8 NTV).

Escrito para: www.destellodesugloria.org

Autor: Jessica Terán

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