Estoy en el horno

Estoy en el Horno

hornoNo te preocupes por los recursos, preocúpate por enriquecer tu corazón y tu cabeza de palabras de fe; y la prosperidad vendrá. Porque dice la Biblia que a los bendecidos, la bendición nos persigue y nos alcanza. Tienes que crear el clima a través de tus palabras: “yo declaro que en mi casa va a haber gozo, bendición y salud. Dios te va a respaldar cuando declares lo mismo que él dice.

Elías significa: “jehová es mi Dios”, fue un  profeta, que fue usado con poder milagroso. Un día Elías le dice al rey  Acab: “no va a llover más por tres años y medio”, entonces Acab y Jezabel su esposa lo buscaban para matarlo; por eso Dios lo mandó al arroyo en medio de la sequía; se escondió allí durante un tiempo, y tenía provisión sobrenatural mientras todos se morían.

 Dios te va a esconder en un lugar donde no hay muerte, ni sequía, porque tú no dependes de la lluvia, ni del sol, Él te esconderá en su presencia, en su tabernáculo en el día del mal.

Luego, Dios lo manda a otro lado, Elías se movía siempre por una palabra de fe, no por la emoción, porque esa promesa le iba a acompañar donde todos lo abandonarían. Cuando se le secó el arroyo lo mandó a Sarepta, ¿por qué Dios le secó el arroyo? ¿Por qué  no le dijo, que en pocos días se le iba a secar el arroyo? Porque no importa que tú te prepares, él ya preparó otro lugar para ti, lo tiene en su agenda para llevarte a cosas más grandes. La agenda del cielo está escrita, Elías nunca más volvió al arroyo.  Crisis es igual a cambio, la vida es un cambio, lo malo de la crisis es volver a estar como antes, (a volver tener un noviazgo violento, una pareja maltratadora, o un trabajo sin expectativas de progreso, etc.).

Cuando se te seca el arroyo no hay más nada, tienes que decir: “chau arroyo”, e ir para adelante, es decirle chau al pasado y decirte: “no puedo funcionar igual que antes”.

Dios lo envió a Sarepta, un lugar donde vivía una viuda; supongamos que Elías podría haber dicho: “a mí no me sostiene nadie, menos una viuda”, sin embargo él tuvo que aprender a dejarse cuidar; Dios le había dado la orden a una mujer para que lo sostuviera. Del arroyo hasta Sarepta, había aproximadamente 150 km, Elías  ve muertos, desnutridos y cuando llega a la ciudad, la viuda estaba juntando dos palitos para hacerse un pancito para echarse a morir. O sea en comparación a este panorama, Elías estaba mejor en el arroyo.

El significado de Sarepta es horno. Dios te va a secar el arroyo,  para meterte en un horno,  su intención no es que sufras, sino que practiques fe, porque ¡hay muchos cristianos teóricos!

El profeta le trae buenas noticias porque Dios le  iba a multiplicar lo poco que tenía. ¿Cómo Dios le ordenó a la viuda que lo sostenga, si ella no sabía nada? Eso quiere decir: “la cargué con el milagro”, el profeta tenía que descorchar ese potencial que ella ni sabía que tenía.

¡Estas  lista para dispararle en la cara al diablo! la Palabra te va a sacar el corcho y todo el mundo se va a enterar de tu potencial.

 ¿Por qué Dios no le dijo a la viuda que iba a venir Elías? porque si se lo decía no se lo iba a creer. “A veces tú eres tu peor enemigo”. Cuando la viuda le dio pan; la harina y el aceite se multiplicaron; Elías se quedó a vivir allí, por dos años más, y comió el profeta, la viuda y el hijo. Y la casa dice el original (es la atmósfera, la descendencia).

 Cuando sabes honrar la Palabra de Dios, Su Presencia se queda a vivir en tu casa.

La mujer hizo 3 cosas:

1-    fue generosa: estas preparada para que Dios se quede a vivir en tu casa. Jesús dijo: “Elías fue a la viuda que no era de Israel”.

2-    lo trató bien: cuando él le dijo: “me das un poco de agua”, ella no le dijo “ve a buscártela tú”, cuando tratas bien a la gente, tu casa es bendecida. Hay que tratar bien al de arriba, al de al lado y a los de abajo, y tu casa se llenará de bendición.

3-    creyó  en la Palabra: cuando está yendo a buscar el agua, Elías  le dice: “y tráeme un pedazo de pan”. Ella le explicó que lo último que le quedaba de harina y de aceite, era para preparar un pancito para ella y el hijo, como su última comida y luego se dejarían morir. Pero Elías le dijo: “No tengas temor y hazme a mí primero”, y ella fue e hizo como le dijo Elías.

El profeta: representa   al Señor, pongo todo en sus manos, él lo toma y lo multiplica. En la casa de la viuda había pan y agua. En el arroyo: pan, carne y agua. ¿Por qué a veces como solo pan y agua?  Porque Dios te dice: “quiero que disfrutes aunque sea solo pan y agua”. No lo llevó del arroyo al monte Carmelo, lo hizo pasar por el horno para que practique fe. Cuando llegó al Carmelo hizo caer fuego del cielo, le había enseñado a ser humilde, y a depender de una viuda para que ella lo bendijera.

Un día en Sarepta de Sidón aparece Jesús y le dice a los discípulos: “vamos a Sarepta” y se encuentra con una mujer que tenía una hija endemoniada, y la mujer le pidió a Jesús que le sanara a su hija. Pero Jesús le contesta: “no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos” (no hay milagros para ustedes), y ella le dice: “Sí Señor pero cuando ustedes los judíos comen pan, algunas migajas se caen y los perros comen de esas migajas.

 ¿De dónde sacó la  mujer esa fe? Ella sabía la historia de que muchísimos años atrás, había ocurrido un milagro allí: “hubo pan en abundancia para una mujer que soltó fe”, Dios te va a respaldar. El profeta también le resucitó el hijo a la viuda, y como Él vivía ahí, todo lo que se murió volvió a resucitar. De la misma manera pasará en tu vida y en la mía.

 ¡Seremos una inspiración para las próximas generaciones, en la agenda del cielo hay una casa para bendecirte!

 En el horno se te muere la imagen de la casa perfecta, los hijos perfectos, la esposa dulce y perfecta. No te va a faltar harina, ni aceite,

Autora: Silvia Truffa

Escrito para www.destellodesugloria.org

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