Palabras de Animo – Nunca llegaré tarde

Nunca llegaré tarde

Sé que pensaste que no llegaría; sé que aunque creías que lo haría, en algunos momentos dejaste de verlo; sé que en momentos gritaste pensando que no te escuchaba; sé que has dicho ¿Dónde estás?; sé que has mirado al firmamento tratando de verme; pero aunque mirabas para todas partes tratando de encontrarme, Yo Soy el que siempre he estado a tu lado, tan cerca de ti como para sentir los latidos de tu corazón. Y aquí estoy, hoy quiero decirte algo…

Hij@ mi@, muchas son las razones por las que has llorado últimamente, he visto tu lento caminar y tú esfuerzo por no dejarme, ni tomar otro camino, he sentido tus gritos, tu desesperación, he escuchado tu muchas palabras, algunas de reclamos, otras de ¿¡porque!? He visto todo lo que has hecho hasta hoy y con tristeza te digo, algunas me han herido y otras me han causado tristeza, ¿Por qué no crees en mí, aunque dices hacerlo?

Yo he estado a tu lado en cada momento, te he esforzado para que sigas adelante, te he sustentado para que no te falte nada, te he ayudado para que veas mi rostro aun en medio de la oscuridad, te he tendido mi mano y te he dicho “Aquí estoy ven y hablemos”; pero sé que en algunas veces no has podido verme a causa de tu ansiedad y desesperanza, pero aun así Yo he estado ahí para ti siempre, y aun me dices ¿Dónde estás?

¿Acaso crees que no lloro al ver que con todo mi poder he tratado de que me veas, pero parece que nunca lo harás? La lágrimas no solo son algo humano, también son Divinas, porque las lágrimas en muchos casos demuestran un amor profundo, y es por mi amor eterno hacia ti que lloro al ver que he estado siempre a tu lado pero parece que en los momentos que más dices necesitarme, no me ves y dices que Yo no estoy.

Como quieres que te diga, Hij@ mi@, que te Amo como nunca nadie jamás te Amará y que me deleito en ayudarte a seguir, me deleito en Amarte; si no fuera así no hubiera entregado a mi propio Hijo para que pudiéramos hablar y pudieras verme y aun pudieras estar conmigo por siempre; ¿acaso si tu tuvieras un hijo lo entregarías para que lo trataran de la forma en que trataron a mi Hijo Jesucristo?

Deja de mirar para otras partes y ¡Mírame! Yo estoy acá, vine hoy a ti, aunque tú no creas que sea posible, vine hoy a ti aunque no hayas creído todo este tiempo, aunque decías hacerlo, dudabas y aun dudas de que Yo sea Dios y que puedo hablarte donde sea, como sea y a la hora que quiera, a través de la persona que Yo elija para hacerlo; pero tus propios estándares han hecho que tú mismo limites mi querer hablarte, pensando que muchas cosas no pueden pasar, dime ¿Qué es imposible para mí? Yo Soy el que Soy y Yo Soy tú Dios, deja ya de hablar sin creer, de pensar sin creer, de orar sin creer; cree, porque para mí nada, absolutamente nada, es imposible.

He venido porque he visto tu dolor, y he decidido hablarte y decirte que estoy muy cerca de ti, más que tus propios latidos, más que tu corazón, más que tu sangre; vine para decirte que Te Amo Eternamente y que no mires más para otras partes, ven para que hablemos, si sientes que no puedes, yo te ayudo a seguir, pero ven hablemos, ven y háblame, ven y dime que es lo que necesitas, ven y háblame a cada momento; ¿porque sigues diciendo que soy tu Dios? pero no has entendido que Soy tu Dios, sigues creyendo que no puedo hacer ciertas cosas, sigues tú mismo limitándome, tratando de decir que puedo y que no puedo hacer.

Con amor quiero decirte que deja ya todo lo que te estorba, deja ya todo lo que te aparta poco a poco de mí, deja ya todo lo que sabes que no te está ayudando, deja ya todo lo que no te deja crecer; perdona, ve y perdona; ama, ve y ama, ayuda, ve y ayuda; deja ya todo lo que te causa un obstáculo; y si no puedes, ven que Yo sí puedo y te ayudo a hacerlo; pero ven, ¡ven! Yo estoy ahí, cerca muy cerca de ti.

Hoy vine especialmente para decirte, seca ya tus lágrimas, porque aunque no lo creyeras, vine a ayudarte, vine a mostrarte que mi poder es inalterable, imperecedero; vine a mostrarte que Yo Soy Omnipotente y mi poder está al alcance de tus manos; pero sobre todo vine para decirte que Te amo y en este mismo instante te abrazo con mis brazos; mis brazos te rodean; siente paz y tranquilidad; llora, pero llora de paz y de tranquilidad, llora para desahogarte, abrázame fuerte y siente mi amor por y para ti; siente cuanto te amo y no vuelvas a decir ¿Dónde estás?, no vuelvas a orar sin creer ni a pensar sin creer ni a hablar sin creer, porque Yo Soy el que estoy aquí abrazándote, y Yo Soy quien te ayudará siempre; ahora escucha esto… Toda tristeza ¡se va!, Todo dolor ¡se va!, toda enfermedad ¡se va!, recibe paz, recibe sanidad, recibe liberación, recibe fuerzas, recibe mi amor, y no vuelvas a pensar que estoy lejos y que me he ido de tu lado, porque nunca lo haré, a menos de que tú lo quieras; ¡Recibe sanidad! ¡Recibe liberación! ¡Recibe paz! ¡Recibe tranquilidad! ¡Recibe Fuerzas! ¡Más! ¡Más! ¡Recibe mi amor! ¡Abrázame! y siente mi amor, el que hoy he venido a mostrarte, es el mismo que te doy todos los días; seca las lágrimas de dolor, porque Yo he quitado todo eso de ti y te he dado paz, ¿la sientes? ¡Respóndeme! ¿La sientes?, ¿recibiste? ¡Respóndeme! ¿Recibiste?… Sigue adelante, Yo estoy contigo, nunca olvides que Yo estoy contigo y que estoy cerca muy cerca de ti, observándote, escuchándote y mirando lo que haces; no te preocupes por nada porque MI PROTECCIÓN VA CONTIGO, adelante, sigue adelante, y sigue luchando, YO VOY CONTIGO, Te Amo Hij@ Mi@, Bendiciones, Muchas Bendiciones; y sobre todo nunca olvides algo que muchos pero muchos han olvidado…

YO NUNCA LLEGARÉ TARDE

Autor: Juan Carlos Vidal

Escrito para www.devocionaldiario.com

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