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Escribiendo mi historia: Callar y orar – Día 1 – El reto del amor

 Escribiendo mi historia: CALLAR Y ORAR

 (Día 1 – El reto del amor)

Escrito por Lilo de Sierra

Aunque el amor se comunica de distintas maneras, nuestras palabras a menudo reflejan la condición de nuestro corazón. Durante el próximo día, decide demostrar paciencia y no decirle nada negativo a tu cónyuge. Si surge la tentación, elige no decir nada. Es mejor contenerte que expresar algo que luego lamentarás. 

Aparentar ser la pareja perfecta, cuando dos temperamentos fuertes se unen, es algo muy complejo. Desperté adormecida por el cansancio, fue una noche corta, dormí, pero mi cuerpo me pesaba más de lo normal. Esos primeros 5 minutos al amanecer, en los que siento sus brazos alrededor de mi cintura, su amor cuando no hemos pronunciado la primera palabra, suelo disfrutarlo mucho más que el resto de las largas horas de mi diario vivir.

Me abruman un sin número de pensamientos, el presupuesto, las actividades previamente programadas, la celebración del cumpleaños de mi esposo y el compartir en familia que tendremos para festejar el día del padre. Oramos dando gracias a Dios por las respuestas respondidas y las personas que ha puesto en nuestro camino; una vez en pié, comienza la batalla…

Es normal que las prioridades en la pareja difieran. Lo que es importante para mí, quizás no lo es para él; es cuando sentimos que nuestro espacio personal es invadido y vemos amenazadas nuestras metas individuales. Creo que ellos no se dan cuenta de eso, y como fueron diseñados para liderar y ser cabezas, les cuesta trabajo ser pacientes con la impetuosidad de sus esposas. Necesitaba escribir el devocional, publicarlo en el portal y hacer ejercicio temprano, tratando de prever que en la noche sería un poco difícil; él pensó en su desayuno…tuve que ceder.

Amar, implica hacer a un lado mi “YO” para darle el lugar que le corresponde a él. No soy su mamá, así que no puedo decirle lo que debe o no hacer. Se supone que soy su ayuda idónea y no un obstáculo y que mi deber como esposa, es poner en orden mis prioridades: DIOS, MI ESPOSO y luego MIS HIJAS pero… ¿En dónde quedo yo?, pues considero que en las manos del Señor, porque bien lo dice la palabra en Mateo 6:33  (NVI) “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”.

Mi reto de hoy, “CALLAR” y como lo dice una amiga mía “… Y ORAR”; Demostrar paciencia y no decirle nada a Juan; puedo lograrlo sólo si estoy agarrada de la mano de Dios. Él conoce el corazón de mi esposo y sabe lo que duele cuando me trata duramente, así que decidí que fuera Él su juez y no yo. Soy responsable de las palabras que salgan de mi boca delante de Dios y si tengo presente que mi misión principal es la de agradarle a Él, podré huir de la tentación de hacerme sentir con mis malas caras, mis palabras fuertes, mi resentimiento y lo más importante, resistir el hacerlo frente a otros.

El enemigo quiso ponerme trampas, personas con las que nunca hubiera querido tratar y tuve que saludar con dulce camaradería; tiempos muy cortos de indiferencia, en donde al parecer era invisible; sin embargo, en medio de la impotencia hubo luz, revelaciones y verdades que Dios me permitió conocer, gracias a Él, porque en el calor del desierto actúa como un oasis que aparece para calmar mi sed.

El balance al caer la noche…no me siento totalmente satisfecha, pero logré terminar el día sin faltarle al respeto a mi esposo. Tuve varios instantes en los que mis ganas de imponer mi punto de vista y formas de manejar las cosas quisieron dominar el ambiente, pero me mantuve al margen y gloria a Dios, el Espíritu Santo tomó el control de los momentáneos arranques de sinceridad…se siente raro, pero evitar confrontaciones sin sentido, tiene su recompensa.

“Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos”.

(1 Pedro 5:8-9 NVI)

Escrito para www.destellodesugloria.org

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