Mentiras

admin febrero 08, 2017 Devocionales, Reflexión 0 Comentarios

Mentiras

Si hay una de las cosas que nos disgustan a los seres humanos son las mentiras, en lo que a mí se refiere, es una de las cosas que más puedo repudiar en esta vida, no hay nada como decir la verdad por muy dolorosa que sea.

¨ Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.¨ Juan 8:32 (Reina-Valera 1960).

Partiendo de lo principal que es Dios, nunca ha mentido ni lo hará, porque no es hombre, lo dice la biblia y en muchas de las historias que están allí plasmadas, podemos notar que siempre lo que El decía lo cumplía, para bien o para mal de su pueblo.

Por la verdad murió Cristo; la verdad es el hijo de Dios que en su tiempo y aun en el nuestro muchas personas no lo creen, además de eso, Jesús es esa verdad que vino para vencer a la mentira, quien su principal representante es Satanás llamado el padre de la mentira, como está escrito en (Juan 8: 44), pues esa verdad está fundamentada en amor, la cual trae libertad a nuestra vida.

Entonces si nuestro salvador Jesús murió en una cruz venciendo a la mentira, si hemos creído en él y le hemos abierto las puertas de nuestro corazón, ¿Porque seguimos mintiendo?

A veces se nos es más fácil resolver todo con una mentira, pues por miedo a ser rechazados, por no herir a otras personas y no meternos es problemas, pero se nos olvida que la palabra dice: ¨Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz. Marcos 4:22 (Reina-Valera 1960). Y nos damos cuenta que mentir fue la peor decisión, porque al ser descubiertos y quedar como unos mentiros trajo graves consecuencias perdiendo a lo que más queremos.

Como todos sabemos a Dios no se le puede mentir, aunque de dientes para fuera digas una cosa, en realidad es el único que conoce lo que hay en nuestro corazón y las intenciones por las que mentimos, entonces se las ingenia de tal manera para que todo salga a la luz, pues a Dios no le agradan las personas mentirosas.

Una mentira por muy pequeña que sea, puede dañarle el corazón a cualquier persona, es doloroso saber que las personas que mas quieres no te consideran lo suficiente como para confiar en ti y contarte lo que en realidad pasa. Una verdad a medias sigue siendo una mentira, al igual que las mentiras piadosas, no te excluyen de las malas consecuencias, al fin y al cabo mentiras.

Es difícil reconstruir algo que ya ha sido quebrado y al hacerlo ya no volverá hacer igual, también es difícil volver a confiar y creer a quién te ha defraudado, pero a Dios gracias que siempre está ahí para sanar nuestro corazón y volver a creer en el amor, en la amistad, en la familia, en el matrimonio etc.

Como cristianos debemos guardar nuestro testimonio, tener una reputación intachable, sin hipocresías, contiendas, mentiras, sin exageraciones a lo que dice su palabra o a lo que sucede a nuestro alrededor, evitar el chisme, las falsas promesas y por el contrario seamos sinceros, diciendo la verdad en todo tiempo dándole el grado de prudencia necesario, sin echarle más leña al fuego, muchas almas se pueden apartar y perder por un mal proceder de nuestra parte.

Recordemos que nuestra manera de actuar dice mucho de quien en realidad somos, es mejor causar molestias con la verdad que causar admiración diciendo mentiras.