Destellito: La Mano de Dios

Un Destellito en las manos de Dios

En el mundo cristiano, ha comprobado Destellito, existen numerosos periódicos de carácter evangélico, y él se preocupa de tenerlos siempre sobre su escritorio, porque de allí puede sacar información útil para los hijos e hijas de Dios Creador.

Examinando uno de ellos, se encontró con una noticia sucedida en un culto o servicio de una iglesia, y que quiso compartir con sus lectores.

La mano de Dios.

El domingo 30 de septiembre de 2012, el diario digital Noticia Cristiana.com, publicó una noticia que hacia referencia a la aparición de una mano mientras se desarrollaba un culto de oración en una iglesia de Ciudad de México.

La “mano de Dios” fue fotografiada por una joven de diecisiete años. Los feligreses calificaron el hecho como una bendición, expresó Destellito, mientras tomaba su Biblia.

Dice la Palabra de Dios:

Entonces de su presencia fue enviada la mano que trazó esta escritura. Y la escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. Daniel 5:24,25.

La conmoción que provocó la mano aparecida en esa congregación de Ciudad de México, debe haber sido tremenda, de la misma manera como lo fue en el  palacio del rey Belsasar, y aún más,  al comprobar que la escritura era un juicio de Dios Creador, el que se cumplió irremisiblemente, dijo Destellito.

La mano de Dios es diferente a cualquier mano que se conozca, y en la Tierra hay diversidades de manos que nos llaman la atención, por ejemplo, la mano de la madre acariciando a su hijito; la mano que toma del brazo al ciego, para cruzar la calle; la mano de la enfermera curando a un herido, o la mano de la esposa tocando con cariño la mejilla de su esposo, también la mano del abuelo sobre la cabeza de su nieto, y la mano del hombre dando limosna al mendigo, en fin, sería bastante largo mencionar los tipos de manos.

Lo que supera a las mencionadas manos, y a todas que pudieran existir, es la mano de Dios, dijo Destellito, agregando que la Biblia enseña a los hombres y a las mujeres: Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo. 1a de Pedro 5:6.

La mano de Dios, es una mano muy especial, siempre dispuesta para bendecir a los que han creído en su Hijo Jesucristo, no tenga temor de humillarse bajo esa mano bendita, porque si lo hace estará renunciando a todo aquello que lo domina, y que no lo deja disfrutar de los múltiples beneficios que el Señor tiene para usted, expresó finalmente Destellito.

Autor: Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org

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