Exalta y Glorifica el Único Nombre Precioso que existe “JESUCRISTO”

Exalta y Glorifica el Único Nombre Precioso que existe “JESUCRISTO” 

“Y oí cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: ¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!”  Apocalipsis 5:13 (Nueva Versión Internacional). 

El afán del día a día a veces impide que las personas se acerquen a Dios para expresarle su amor, este es el momento justo y preciso para hacerlo porque quizá más tarde algo puede robarte la oportunidad de decirle lo que sientes por Él; entonces dale un minuto de tu tiempo, levanta tus manos y entrégale este momento especial a Él:

Padre Celestial, en este mismo instante abro mis brazos, abro mi boca y dispongo mi corazón para rendirte alabanza y adoración, no importa que estoy pasando, no importa si estoy triste o estoy feliz, no importa si tengo fuerzas o me siento débil, sólo quiero darle todo el Honor, la Gloria y la Exaltación a tu Hijo Precioso Jesús, quien dio su vida por mi sin importar mi maldad. Él que no se fijó en mis concupiscencias ni en mis iniquidades y aún sabiendo lo que sufriría no le importó, no se retractó, no pensó siquiera en retroceder y todo por amor a su pueblo, por amor a mí, aún sin merecerlo.

No importa lo que estoy haciendo en este momento, todo es menos importante que separar este pequeño espacio para decirte a ti mi Jesús: Tú eres mi Salvador, te reconozco como mi Rey de Reyes y Señor de Señores, te reconozco como mi Dueño, mi Protector. Gracias, Gracias, Gracias por tu sacrificio, Gracias por tu perdón, Gracias por tu misericordia, Gracias por sanarme, Gracias por liberarme, Gracias por amarme de la manera en que lo haces, Gracias por tu Poder en mi vida; eres el ser más maravilloso que pueda existir, no hay nadie como tú, sólo tú Señor eres digno de alabanza y adoración.

Sin ti Señor a dónde iría, qué sería, qué podría yo hacer, eres tú mi Salvador quien le da sentido a mi vida. Ven, te necesito, te anhelo con todas las fuerzas de mi corazón, permíteme disfrutar de tu Divina Presencia en cada momento de mi vida, que todo lo que soy, lo que piense, lo que hable y lo que haga refleje tu amor.

Puedo sentir como una nube de Gloria desciende de lo alto y me cubre con tu amor, todos mis problemas son nada en comparación al Poder tuyo mi Amado Señor, tú te llevas todas mis cargas, tú te llevas todas mis angustias y tú brillo y resplandor se apoderan de mí. Desde este momento en adelante los cielos se abren, tus bendiciones Hermoso Jesús empiezan a llegar mi vida, rodean todo mi entorno, rodean todo mi ser.

Quién como tu oh Dios, Santo Omnipotente, si te tengo a ti delante de mí a quién podré temer, qué cosa podrá dañarme; tú eres mi Defensor, mi Escudo, mi Fortaleza. Mi vida entera Señor te pertenece, mi corazón es tuyo y tú eres mío.

Nada ni nadie podrá hacerme frente porque tengo de mi lado al Todopoderoso, eres Omnipresente, Omnisciente, Bondadoso, Generoso, Bueno, Justo y Misericordioso. Que todos los pueblos y todas las naciones te alaben Señor y confiesen tu Santo Nombre. Bendito seas Jesucristo por los siglos de los siglos. Amén.

¡Entrégale a Dios tu amor, y Él te dará lo que más deseas!

Salmo 37:4 (Traducción en Lenguaje Actual)

Autor: Marisela Ocampo Otálvaro

Escrito para www.destellodesugloria.org

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