Siento vergüenza

Siento vergüenza

¿Alguna vez has sentido vergüenza de llegar delante de Dios?, quizá porque hiciste algo que no tenias que haber hecho, quizá porque a pesar de su aviso caíste siempre en la trampa, quizá porque sabias que no tenias que hacer eso o proceder de esa manera, mas sin embargo lo hiciste como creíste que era y todo salió mal.

Todos los que tenemos una relación verdadera con Dios hemos sentido en mas  de alguna vez vergüenza de ir delante de Dios. Vergüenza quizá de pedirle perdón por aquello que ya le hemos pedido perdón muchas veces, vergüenza quizá de saber que a pesar que Él nos dijo que no hiciéramos eso, simplemente lo terminamos haciendo, vergüenza de simplemente no ser lo que creemos que Dios espera que seamos.

Si tú eres humano como yo, sabes lo que es fallar a Dios, pues a diario lo experimentamos, si eres de carne y hueso estoy seguro que has experimentado en mas de alguna vez esa vergüenza que inunda nuestra vida, después de hacer algo que no teníamos que hacer, y sobre todo saber que a pesar de todo Dios sigue siendo fiel.

Al reflexionar sobre la vergüenza que sentimos muchas veces delante de Dios por haberle fallado, se me viene a mi mente el episodio de Adán y Eva fallándole a Dios, la Biblia narra su reacción ante el pecado del cual Dios ya había avisado: “En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse. Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre y su esposa oyeron al SEÑOR Dios caminando por el huerto. Así que se escondieron del SEÑOR Dios entre los árboles” Génesis 3:7-8 (Nueva Traducción Viviente).

Lo que Adán y Eva hicieron es prácticamente lo que nosotros hacemos: sentir vergüenza y escondernos de Dios.

Y es que no vamos a negar que fallarle a Dios trae vergüenza, saber que Dios siempre ha sido Fiel y fallarle a pesar de eso, produce en nosotros una vergüenza de saber que no pudimos cumplirle.

¿Cuántas personas por sentir vergüenza delante de Dios han optado por esconder de Dios?, ¿Cuántas personas que un día estuvieron muy cerca de Dios ahora viven tratándose de esconder porque simplemente sienten que le fallaron a Dios y por esa razón, ya no se merecen estar con Él?

La vergüenza trae como consecuencia el tratar de esconderse de Dios, ¿Cuántos después de haberle fallado a Dios no volvieron nunca a una Iglesia?, ó ¿Cuántos después de haberle fallado a Dios se auto excluyeron del cielo?, personas que pensaron que su error, su fallo era demasiado grande y que no merecen estar con un Dios tan bueno.

¿Por qué esconderse de Dios?, ¿Qué trae de bueno realizar esa acción?

¿Hasta cuándo vamos a entender que Dios no nos acusa?, ¿Hasta cuándo vamos a comprender que Él no es un acusador?, el diablo si es el acusador, Dios es el PERDONADOR.

Quizá tú hace un momento o en estos días le has fallado a Dios, seguramente Dios te había avisado de eso, quizá hasta te había dicho que era lo que tenias o no tenias que hacer, pero sin embargo, fallaste, hiciste lo contrario y ahora la vergüenza te ha inundado.

Esa vergüenza que ahora sientes no te ha permitido ir delante de Dios, tú piensas lo siguiente: “¿Con que cara me voy a presentar delante de Dios después de lo que hice?”. Esa y muchas otras frases rondan tu mente de tal manera que lo que produce en ti es esconderte de Dios.

¿Se dan cuenta como nosotros podemos convertirnos en nuestros propios jueces?, ¿Se dan cuenta como la vergüenza que sentimos al fallarle a Dios se puede convertir en el arma mortal de nuestra vida espiritual?

¿Tú crees que Dios no sabía que le ibas a fallar?, ¿Tú crees que Dios tiene un concepto perfecto de ti?, Dios te conoce tal y como eres, con tus debilidad y con tus virtudes, Él sabía que fallarías, Él sabía cómo actuarias, Dios no se siente avergonzado de ti, porque Él sabía lo que ibas a hacer, y a pesar de eso jamás te JUZGA, no te REPROCHA NADA, sino que te extiende su mano para darte un abrazo y perdonarte, si tan solo aceptas su perdón.

A veces pensamos que Dios perdió el concepto que tenia de nosotros, como que si a Dios lo podemos engañar. La gente quizá pueda perder el concepto que tiene de nosotros cuando hacemos algo que no teníamos que hacer delante de sus ojos, pero para Dios seguimos siendo los mismos que siempre fuimos, porque Él tiene el mismo concepto de nosotros que siempre tuvo, porque Él conoce nuestro corazón, más allá de nuestras acciones. La gente nos conoce por nuestras acciones, mas Dios nos conoce por nuestras intenciones.

No creo que yo pueda defraudar a Dios, porque Dios siempre me ha conocido, quien me defraudo soy yo mismo, al pensar que he defraudado a Dios, como que si Dios no me conociera desde antes que naciera.

Hablo de que para Dios no es nada nuevo eso que hiciste, a pesar que su voluntad es que no lo vuelvas a hacer. Dios conocía tu intención, Él sabía en qué momento ibas a fallar por tu decisión, Él te había puesto los caminos a seguir y te dio la libertad de elegir, elegiste mal, fallaste y la vergüenza te inundo y como consecuencia trataste de esconder de Dios, porque piensas que eras demasiado malo o mala, mas Dios ya lo sabía, Él sabía que en base a tu decisión ibas a fallar, pero nunca te juzgo, al contrario siempre está preparado para darte un abrazo, perdonarte si tan solo se lo pides con todo tu corazón y darte una nueva oportunidad.

Obviamente para Adán y Eva hubo una consecuencia, iban a morir, sus días en la tierra se acortaron, pero Dios no se olvido de ellos pese a su fallo. Yo veo el perdón de Dios a pesar de las consecuencias que la decisión de ellos dos iba a acarrear y aun hoy en día nosotros experimentamos esas consecuencias.

Veo a un Dios amoroso, pero sobre todo misericordioso desde el huerto del Edén, que a pesar del fallo de su creación, toma la decisión de realizar el primer sacrificio de la historia, y todo para el bienestar de los suyos: “Y el SEÑOR Dios hizo ropa de pieles de animales para Adán y su esposa” Génesis 3:21 (Nueva Traducción Viviente). Para crear ropa de pieles de animales, seguramente tuvo que sacrificarlos y estoy seguro que lo hizo por amor a los suyos, quitándole su ropa de vergüenza y colocándole ropa que Él mismo había fabricado para ellos.

Quizá nuestras acciones, fallos o pecados nos traerán consecuencias que en un principio no analizamos, quizá serán consecuencias duras o difíciles de sobrellevar, pero que tenemos que soportar, pero a pesar de todo eso, jamás debemos escondernos de Dios, porque Él no esta acá para juzgarte, para excluirte, sino para amarte, para perdonarte y sobre todo incluirte entre los suyos.

El sacrificio que Dios hizo para cubrir tu vergüenza fue enviar a su único Hijo a morir por ti, su sangre pago tus pecados y ahora tu eres libre de vergüenza, porque Jesús ya pago por ti, tú precio es precio de sangre, precio de un Cordero sin mancha y Dios lo hizo, solo porque te amo, más allá de juzgarte, Él quiere amarte.

¿Por qué no vas hoy delante de Dios y eres tú mismo?, sí, dile al Señor toda la verdad, de todas formas Él ya lo sabe, se sincero con Él, si, quizá te sientas con vergüenza, pero a pesar de todo lo que puedas sentir, debes estar seguro que Dios te quiere perdonar y darte una nueva oportunidad.

Hoy es uno de esos días en donde puedes hacer las paces con Dios, en donde puedes aceptar su perdón que está disponible para tú vida y en donde puedes comenzar de nuevo y esta vez tratar de hacer bien las cosas.

Que nunca se te olvide que el amor de Dios para tu vida es ETERNO y que siempre está dispuesto a perdonar a aquel que con un corazón sincero y transparente se arrepiente delante de Él.

¡Dios quiere cubrir tu vergüenza y otorgarte el perdón!

Autor: Enrique Monterroza

Escrito originalmente para: www.destellodesugloria.org

Autorizado para publicarte e: www.devocionaldiario.comwww.enriquemonterroza.com y https://reflexionesydevocionales.blogspot.com

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