Abriendo la puerta

Tema: “ABRIENDO LA PUERTA”

Lectura: Números 5:5-8

arrepentimiento1Los investigadores en la Universidad de Toronto informaron en 2006 que las personas que sufren de una mala conciencia experimentan “una poderosa urgencia de lavarse”. Para estudiar este efecto, los investigadores les pidieron a los voluntarios en el estudio que recordaran pecados pasados. Se les dio una oportunidad de lavarse las manos como un símbolo de limpieza de su concienca. Aquellos que recordaron sus pecados se lavaron las manos “a una tasa dos veces mayor que la de aquellos sujetos de estudio que no pensaron en transgresiones pasadas”.

La Biblia propone la única manera efectiva de tratar el pecado -la confesión. En el Antiguo Testamento, una de las maneras en que suponía que los israelitas debían limpiarse y mantener la pureza delante de Dios y en su comunidad era confesando sus pecados (Números 5:5-8). Confesar significa “hablar lo mismo; estar de acuerdo; admitir la verdad”. Cuando las personas se confesaban a Dios, no Le estaban diciendo nada que Él ya no supiera. Pero su confesión era una demostración de un cambio de corazón. Negarse a confesar sus pecados permitía que el pecado se enraizara más dentro de sus vidas y su comunidad.

Admitir nuestro pecado abre la puerta para que podamos tener perdón, gozo y paz. Si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel para perdonar (1 Juan 1:9).

Reflexión: La confesión es estar de acuerdo con Dios en cuanto a nuestro pecado.

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