Reflexiones – Tres Oraciones desde la Cruz
Tres Oraciones desde la Cruz
Hay circunstancias en la vida que nos afectan profundamente. Duelen, lastiman. Una traición, un desengaño, una caída, un fracaso, un hecho trágico.
Es entonces cuando nos encerramos en nuestra propia tumba y en ella enterramos junto a nosotros nuestros más caros sueños, nos autoprohibimos la posibilidad de ser felices, nos aislamos de los seres amados incapaces de recibir contención y ayuda. Inclusive la ayuda de Dios.
En el medio de un callejón sin salida, cuando todas las puertas están cerradas, cuando ya no hay más camino por andar, en el medio de la oscuridad, clamamos a Dios por ayuda y esa ayuda no viene… o por lo menos no viene como nosotros queremos que venga o nos parece que debe venir.
Aquella triste tarde en el Gólgota, cuando Nuestro amado Señor agonizaba en la cruenta cruz junto a otros dos hombres, hubo unas cuantas oraciones. Pero tres de esas oraciones no son muy distintas, palabras más palabras menos, de las que hoy formulamos cuando nos hallamos ante una encrucijada de la vida.
Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. (Lucas 23:39 RV60)
O lo que es más o menos lo mismo: “Si eres Dios, si eres el Señor, ¿qué esperas para ayudarme, para sacarme ahora de esto?”.
Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. (Lucas 23:42 RV60)
En otras palabras: “Señor, por favor te lo ruego, acuérdate de mí, ayúdame”
Y por último:
Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. (Lucas 23:34 RV60)
Señor: Gracias por la inagotable fuente de tu Divina Gracia.
Autor: Luis Caccia Guerra
Escrito para www.devocionaldiario.com