Anectodas Cristianas – Sencillez y Austeridad
Sencillez & Austeridad
Cada domingo al pastor le gustaba leer durante el segmento de alabanza y adoración, una porción de las escrituras.
Pero no lo hacía él, sino que de ello se ocupaba un hermano que era locutor profesional.
La claridad e impostación de su voz, las pausas, la variedad de tonos y el énfasis que este hermano ponía en cada lectura, hacía que la Palabra del Señor sonara como un bellísimo poema.
Una mañana, el locutor no estuvo presente para leer las Escrituras. El pastor preguntó entonces, a la congregación si alguien quería hacerlo en su lugar. Muy a su pesar, un anciano, ya entrado en años el hombre, subió con dificultad al púlpito y acto seguido leyó el Salmo 23.
Su voz cascada, su lectura lenta y sencilla, distaba mucho del profesionalismo y belleza expresiva del joven locutor. Sin embargo al término de su lectura, las lágrimas asomaban en los ojos de todos los presentes en medio de un gran silencio. El Espíritu del Señor los había conmovido en lo profundo de sus corazones.
Esa mañana el Salmo 23 sonó como lo que verdaderamente es: poesía del Espíritu LEIDA POR SU PROPIO AUTOR.
Toda ornamentación humana y superflua agradable sólo a los sentidos, había cedido su lugar a la formidable fuerza expresiva del Espíritu de Dios.
¡Cuán bello es el Señor! ¡Cuán dulce es su Espíritu!
Esa es nuestra meta, deseo y oración: con sencillez, austeridad y humildad de corazón, servir con excelencia; que su dulce Espíritu nos conmueva y sólo el nombre del Señor sea exaltado por sobre todas las cosas.
«Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días».
(Salmos 23:1-6 RV60)
Autor: Luis Caccia Guerra
Escrito para www.devocionaldiario.com
Sñor
muestrame tu caminos, guiame por tu senderos; guiame encaminame en tu verdad, pues tu eres mi Dios y salvador En ti confio atodas honra!
Señor acuerdate del amor y la ternura que siempre me has manifestado.
EL señor es bueno y justo, el corrige la conducta delos pecadores y guia por su camino a las humildes los instruye en la justicia!
gracias por esta meditacion. ( preparas banquete delante de mis enemigos unges con perfune mi cabeza . ciertamente la bondad y tu amor me seguiran todos los dias de mi vida, y en la casa de DIOS estare para siempre.) de veras que la palabra de DIOS, fortalece cada dia nuestras vidas. amen.
muy buena anecdota,como el mejor manjar llega a mi mente y mi corazon me deleito y me gozo en estos mensajes que mi Dios permite que siervos como mi Hno,Luis Guerra escriban y sean colocados en estas paginas,donde miles de personas buscan palabras de aliento,palabras de esperanza.Gracias Hno. Luis que el Senor todo Poderoso siga abriendo puertas de bendicion y siga usando tu vida para la gloria de su Nombre amen.
Un relato muy emotivo que encierra una profunda enseñanza, gracias.