Devocional – Ofrenda agradable
Ofrenda agradable
Hace unos días cumplí años y el mejor regalo que pude haber recibido de parte de Dios para ese día fue mi novia. Dios ha superado por mucho mis expectativas, y cuando Él hacia referencia a ella como la más bella, hablaba en serio.
Pues no solamente es su aspecto físico, sino su interior el que me cautiva. Ella está siempre atenta hasta en el más mínimo detalle para buscar agradarme. Pareciera que literalmente es una extensión de mí, pues en ocasiones sabe mejor que yo que es lo que me gusta. Y el día de mi cumpleaños no fue la excepción, una semana antes ella planeó una serie de regalos y detalles para sorprenderme. Cuando llegó mi cumpleaños y por fin me pudo dar lo que con amor esfuerzo había planeado para mí, me platicó todo lo que ella se había esforzado y todo lo que había tenido que pasar para poder darme esos regalos. Y de como ella se angustiaba para que todo saliera bien, porque se trataba de mí.
Fue cuando pude verlo, lo pude comprender. Los regalos y detalles son buenos, y me fueron de bendición, pero lo que más me agradó fue su corazón. El amor y esfuerzo con el que ella preparó todo para mí, fue lo que me cautivó.
Dios me permitió comprender eso, es por ello que lo que más atesora Dios es nuestro corazón. Cuando damos ofrenda a Dios lo primero que ve Él es nuestro corazón. Si al mirar nuestro corazón Dios lo encuentra de su agrado, entonces nuestra ofrenda es consumida por el fuego de Dios y se manifestará a nuestras vidas.
Por el contario cuando le damos ofrenda, servicio, alabanza, adoración y comunión a Dios de mala gana o con nuestro corazón contaminado, Dios no acepta nuestra ofrenda…..considerándolo una ofensa. ¿Pues cómo darle oro de mala gana al dueño del oro?
Cuando comienza a haber cuestionamientos en un corazón acerca del dinero que ofrenda, cuando una alabanza se levanta solo por compromiso o parecer espiritual, cuando una adoración se empieza a tratar de adorarse a si mismo, cuando un servicio a Dios se ve como una carga y no como un privilegio, cuando le damos a Dios migajas de nuestro tiempo como comunión, Él simplemente no toma nuestra ofrenda, y mucho menos habrá fuego en nuestro altar.
Pero cuando nosotros ofrendamos nuestra vida al Señor día a día tratándole de agradar hasta en el más mínimo detalle, así como una novia agrada a su novio, Él recibe nuestra vida cómo ofrenda; pero lo que le vuelve loco es nuestro corazón.
Querido hermano, ¿has estado ofrendando tu vida al Señor como incienso agradable? ¿Cuidas los mínimos detalles en tu vida para honrarle?
¿Ó solamente le has estado dando las migajas de tu corazón como ofrenda?
Autor: Richy Esparza
Sitios de Richy: devocionalesderichy.com y cristodavida.com
richy esparza dios te siga iluminando a seguir distribuyendo consejos y reflexiones de fe en nuestros caminar,
hoy esta reflexion es muy yamativa y siempre digna de valorar en la fe de nuestros interior, porque no hay mejor manera de expresar mi sentimientos que decirle a dios los buenos y grandes que es, ya que el me conoces muy bien y solo jesus con su amor pudo sanar mis herida porque solo el pudo tomar el control de mi hogar para que no se filtre la sisañas de esta sociedad y hoy por la miseicordia de dios solo con el poder de su espiritusanto mi hogar a seguido ese caminos que me he propuesto mantener hasta el final de mi vida por que solo jesus es quien puedo sanar mi herida y solo el con su sangra precoiosa puede sanar mi corazon para que se lo trasmita a mi esposa y asi ellas mantener ese espiritu de confianza en seguir manteniendo ese amor que genero ser siempre fiel a dios y mantener nuestro hogar llenos de la presencia de dios amen. hoy en nombre de jesus le pido a que me siga usando para educar mis 4 hijos siempre bajo el control de la fe espiritual de nuestro señor jesucristo y asi vivir siempre con cristo jesus en nuestro corazones amen.
es muy cierto, muchas veces no damos ni nuestro tiempo a Dios, pero felicito que en este tiempo podamos unirnos en el mismo sentir, de animar a nuestros hermanos a reflexionar en esta tema Dios bendiga sus vidas y ministerios.