Devocional – Ante sus Ojos

ANTE SUS OJOS

Digo pues por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí mismo que el que debe tener, sino que piense de sí mismo con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

Romanos 12:3

El corazón de Dios se encuentra profundamente enamorado de Su creación. Él tuvo memoria de ti desde que estabas en el vientre de tu madre (Isaías 49:1). Por lo tanto sabe exactamente bien la clase de ser que ha formado.

Me gusta mucho la iniciativa que tienen los niños para cualquier trabajo y nueva idea. Ellos siempre quieren ser los primeros para hacer las cosas y ser tomados en cuenta. Se creen capaces de todo y difícilmente ponen barreras. Se creen príncipes, princesas, superhéroes pensando que pueden hacerlo todo.

Creo que si nos viéramos de la manera como Dios nos ve, las cosas cambiarían bastante. Él sabe todas aquellas cosas que son debilidades y dificultades en nuestras vidas, pero Él se perfecciona en la debilidad. Cuando aparentemente somos más vulnerables y débiles, es precisamente cuando somos más fuertes. Eso es sólo la obra de nuestro Señor.

Dios busca corazones dispuestos, no que se crean autosuficientes y fuertes por ellos mismos, sino que reconozcan que en medio de las flaquezas Él es perfeccionado en nosotros. Sabe perfectamente bien la clase de ser que ha formado, porque se tomó el tiempo necesario para cada detalle específico. Aún las cosas que siempre nos causaron molestias, las utiliza con algún propósito específico. Recuerdo a un amigo que le encantaba el ciclismo desde niño y quería correr profesionalmente. Pero en su apariencia física tenía muchos problemas con su mandíbula y dentadura y quijada. Desde niño habían tratado de corregir ese “problema” quirúrgicamente pero si lo hacían, iban a causar problemas en otras partes de su cuerpo, por lo que no era lo más recomendable. Esto le causó traumas y complejos durante su crecimiento y él no entendía el porqué de toda ésta situación. Pero gracias a esa “complicación” física que presentaba, le permitiría respirar mucho mejor a la hora de estar en una carrera. El médico se lo informó y él nunca se había dado cuenta. Hasta en esos detalles en los cuales algunas veces nos quejamos, Dios los utiliza.

Algunas veces nos enfocamos en una etapa de la vida y pensamos que será determinante para el resto de la misma, pero esto no funciona así. Todo está planeado, aún las cosas que vemos como “defectos”.

Se trata que aprendamos a vernos de la manera en como Dios nos mira. No debemos minimizar lo que Dios ha creado, ni descalificar a las personas que nos rodean. Fuimos hechos a Su imagen y semejanza, por lo tanto somos como Él.

El pasaje describe que debemos pensar de nosotros mismos conforme la medida de fe que Dios nos ha dado, debemos ser humildes, con esto no me refiero a pensar menos de nosotros sino a pensar menos en nosotros. Recordemos que Dios resiste a los soberbios pero en la humildad Él da gracia.

Reconozcamos esa identidad que Dios nos ha dado, fuimos comprados por precio de sangre lo cual demuestra que somos de suma importancia para Dios. Jamás entregues esa identidad a otra persona. No permites que alguien te descalifique, porque Dios te dota de capacidades para realizar cualquier cosa. No permitas ningún maltrato de ningún tipo hacia tu persona, Dios no te ha llamado a vivir de esa manera, ni te acostumbres porque no es el diseño para ti.

Jeremías 29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Rehúsate a caer en la trampa de la duda y pensar que el plan de Dios no se cumplirá solo porque la vida se ha puesto difícil. Dios no se ha olvidado de ti.

Atrae a los demás por la llenura de Dios, no por lo que tú piensas que eres. A fin de cuentas se trata de mostrarlo a Él. No se equivocó al formarte, eres hermoso(a) ante sus ojos.

Autora: Arlene García Holguín

Escrito para www.devocionaldiario.com