Una Oración por Chile

Una Oración por Chile

“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.

2 Corintios 4:17, 18

El día Sábado 27 de Febrero de 2010 todos fuimos testigos de lo que ocurrió a nuestros hermanos de Chile, vimos como uno de los terremotos más fuertes (de 8.8) de toda la historia de la humanidad sacudió dicho país.

Personalmente se que es sentir un terremoto fuerte, mi país El Salvador es un país sísmico, acá constantemente hay temblores y es una situación a la que debemos acostumbrarnos, pues estamos sobre una superficie en la que seguirán los constantes temblores y algunos terremotos en cualquier momento.

Recuerdo como si fue ayer cuando el 13 de Enero de 2001 un terremoto de 7.6 sacudió mi país dejando muchas personas sin vivienda y una gran cantidad de muertes.

Era un Sábado, ese día me preparaba para una reunión juvenil y junto a una hermana andábamos comprando algunas cosas para regalar un refrigerio, estábamos en medio de un mercado cuando minutos antes de las 12 del medio día comenzó un temblor lento que poco a poco fue incrementándose a tal punto que se nos hacia difícil mantenernos parados por lo fuerte que llego a ser, duro casi un minuto y luego de ese siguieron muchos mas y hasta la fecha de vez en cuando ya sea en el día o en la noche tenemos que sentirlos y porque no decirlo, asustarnos un poco a pesar que sabemos que si llegáramos a morir somos del Señor.

Ese día al sentir un terremoto tan fuerte y ver como las casas se sacudían, ver y oír como la gente gritaba y corría diciendo: “¡El fin del mundo!” me llevo a pensar que podría ser la venida de Cristo, recuerdo que entre mas fuerte se sentía el terremoto yo oraba diciéndole al Señor: “Señor, calma esto, Señor calma esto”, mientras miraba al cielo como esperando ver su llegada, cuando termino y me vi en pie aun, me dije a mi mismo: “No, aun el Señor no ha venido porque acá estoy todavía”.

Es triste esto, son cuestiones que están fuera de nuestro control, nadie puede predecirlo, ni mucho menos contenerlo, son situaciones que pueden pasar en cualquier momento y a cualquier hora. Personalmente se lo que se siente y también lo triste que es pasar por esto, como país lo hemos pasado en muchas ocasiones, pero Dios siempre nos ha levantado, y quizá en algún momento pasara nuevamente, pero se que el Señor nos levantara cuantas veces sea necesario.

Este día quiero solidarizarme con todas las personas Chile, decirles que no están solos, que así como mi persona también hay muchos más que estarán orando por ustedes, hoy quiero que me acompañes y juntos podamos hacer una oración para nuestros hermanos y amigos de Chile:

“Padre que estas en los cielos, en este día queremos darte gracias por todo lo que tu nos das, por todo lo bueno que eres y lo fiel que te mantienes, las palabras no alcanzarían para describir todo lo que tu eres y haces en nuestras vidas. En este día en especial queremos levantar una oración por nuestros hermanos de Chile, pedirte Señor que puedas protegerlos, que puedas enviar ayuda a los que lo necesiten, que puedas consolar a las personas que han perdido un ser querido y sobre todo puedas llenarlos de fe y convicción de que tu los has de levantar de esta nueva catástrofe. Bendigo a cada habitante de Chile, tanto a aquellos que te conocen, como los que aun no te conocen, proclamo un avivamiento espiritual es Chile, declaro que las Iglesias abrirán sus puertas porque millones de ellos se acercaran a ti, Señor bendícelos, prospéralos y provéeles todo lo que puedan necesitar, fortalece a tu pueblo y utilízalos en este momento de aflicción para que puedan llevar una Palabra de Aliento y Salvación a todos aquellos que lo necesiten. Gracias Señor, gracias porque se que estas obrando y harás cosas maravillosas en Chile, bendecimos ese país en el Poderoso Nombre de Jesús, Amén.”

¡Que Dios Bendiga Chile!

Autor: Enrique Monterroza

Escrito para www.enriquemonterroza.com, www.devocionaldiario.com y destellodesugloria.org/blog/

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