Origen del «ThanksGiving» o Acción de Gracias

Origen del «ThanksGiving» o Acción de Gracias.

En Estados Unidos así como en otros países ya, se dedica por estos días, uno, especialmente para agradecer a Dios, por todas sus bendiciones y favores recibidos.

Pero esta celebración que hoy en día más parece el día del pavo, se ha convertido en un incentivo para mover el comercio, aumentar las ventas, especialmente de comida y toda suerte de mercancías, contaminándose con otros motivos del corazón, que no son propiamente santos. Esto, me ha movido a indagar más profundamente sobre el origen y significado espiritual que tiene esta celebración.

Dios, nuestro Padre Celestial, nuestro creador y dueño, no solo fue y es, el Supremo Arquitecto del Universo, sino que también es un Dios Legislador, es decir que crea y dicta leyes, ordenanzas y mandamientos y, como es normal, espera que nosotros, sus hijos, nos sometamos a ellas y las obedezcamos, pues no solamente regulan nuestras relaciones humanas, sino nuestra relación con El, su Hijo y su Santo Espíritu y adicionalmente, es un requisito indispensable para poder bendecirnos.

Dios es el mismo ayer, hoy y siempre y no cambia a través del tiempo, no es un mutante, ni ha evolucionado o se ha convertido en algo diferente. Su palabra, eterna e inmutable, tampoco cambia, se muda o se debe interpretar de otra manera.

Muchos “desechan” como obsoleto el viejo testamento, pero déjenme decirles que este sigue siendo tan actual y valido como hace 5.000 años. De hecho, Jesús, no vino a derogar la ley, vino a cumplirla y a ratificarla y ésta, está viva y activa por la fe, mas activa que nunca, tu fe la pone en acción y tu obediencia hace que las bendiciones te alcancen. Lo que si ha cambiado en el tiempo, es el cumplimiento de las promesas y profecías del antiguo pacto, las cuales todas se hicieron realidad en Jesucristo. Dios, no se ha retirado, aun trabaja, legisla, instruye, enseña, juzga, ama y perdona. La diferencia, es que ahora El escribe y grava sus leyes, mandamientos y ordenanzas, en la tabla de tu mente y tu corazón y esto, te hace una criatura nueva, renovada en Cristo, una criatura restaurada, o en proceso de restauración. Esta es la manera que El ha encontrado para que nosotros lo obedezcamos, oigamos la voz de su Espíritu y hagamos Su Voluntad.

Es así como hoy, en pleno siglo XXI, los hebreos ortodoxos y mesiánicos, guardan, celebran y conmemoran una fiesta ordenada por Dios: La fiesta de los Tabernáculos. (Sucot). Lev. 23.34; Deut. 16:13. Es una fiesta, solemne, de 7 días de duración, que se hace por esta época, cuando la tierra ha rendido sus frutos, es una fiesta de agradecimiento por las cosechas, los frutos y las bendiciones de Dios. La practica más común, es construir una tienda temporal, “Sucah” que recuerda el periodo de los Israelitas en el desierto, en éxodo y números. La familia lleva alimentos a la “Sucah” e invita a amigos para compartir en la celebración, gozosos de la provisión de Dios. La construcción de la “Sucah” es un evento familiar y los niños son especialmente instruidos para decorarla. Para los Mesiánicos y para nosotros, es una celebración profética, instituida para proyectar la venida del Reino de Dios en su plenitud. Los eventos de la vida de Jesús, durante esta fiesta (Juan 7-9) son generalmente parte de la enseñanza.

Es el deseo de Dios que esta fiesta se siga celebrando eternamente, aun después de la venida Gloriosa de Jesús; que una vez al año, durante 7 días, celebremos con El, en la Jerusalén Celestial y terrenal, la fiesta de los tabernáculos, también conocida como la fiesta de las cosechas. Somos los frutos de la cosecha de Dios. ¿Crees que esto se parece a lo que celebramos hoy en día? Deja tu comentario.

“Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron
Contra Jerusalén, subirán de año en año para
Adorar al Rey, a Jehová de los Ejércitos,
Y a celebrar la fiesta de los tabernáculos
(cosechas). Zacarías 14.16

Autora: Hefzi-ba Palomino