Reflexión – Una Excepción

Tema: «UNA EXCEPCIÓN»

Texto: Isaías 53:4-12

“¿Quién de vosotros Me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no Me creéis? El que es de Dios, las palabras de Dios oye”

Juan 8:46-47

¿Existe alguna persona perfecta viva hoy? No según el psiquiatra de la Universidad de Harvard, Jerome Groopman. En su fascinante libro How Doctors Think (Cómo piensan los doctores), él expresa su acuerdo con las profundas verdades que se encuentran en la Biblia. Escribe: «Todo tiene defectos, en algún momento, ya sea de obra o pensamiento, desde Abraham, pasando por Moisés, hasta los apóstoles».

Pero, ¿qué acerca de Jesucristo? Él desafió a Sus oyentes en cuanto a Sí mismo: «¿Quién de vosotros Me redarguye de pecado?» (Juan 8:46). El veredicto de los discípulos, después de haber tenido oportunidad de escudriñar Su vida al menos durante tres años, es que Él era sin pecado (1 Pedro 2:22; 1 Juan 3:50.

¿Acaso Jesús fue un milagro moral, la única Persona sin pecado en toda la procesión de humanos pecaminosos? Sí, Él fue la excepción intachable a esta observación del apóstol Pablo: «Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios» (Romanos 3:23). ¡Y esa palabra, todos, nos incluye tanto a ti como a mí!

Debido a que toda la humanidad ha pecado, podemos regocijarnos de que Jesús -Él y sólo Él- estaba calificado para ser el Sacrificio sin mancha que necesitábamos.

Demos gracias por Jesucristo, quien llevó nuestros pecados sin tener pecado alguno -¡la única excepción!

Sólo Jesús, el sacrificio perfecto, puede declarar perfectas a personas culpables.

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