Milagro Divino

Cada uno de nosotros tenemos un nombre, sin embargo, las personas nos han puesto sobrenombres que en ocasiones son agradables, y otras veces son ofensivos.

Cuando la gente nos dice un sobrenombre ofensivo, necesitamos traer a memoria lo que Dios dice de nosotros.

Esto me recuerda una historia que me impacta, se trata de una mujer en la Biblia a quién llamaban “la estéril” (Lucas 1:36), era Elisabet parienta de María. Cada día tenía que soportar esas voces que le recordaban su necesidad y afligían a su corazón; ya me imagino a Elisabet llorando en la presencia de Dios. A pesar de todo, Dios tenía escrito un plan que cambiaría su condición.

Dios fue fiel y contestó la oración de Zacarías esposo de Elisabet (Lucas 1:13); y pudieron experimentar el milagro. Elisabet a su edad avanzada pudo concebir un niño, y no cualquier niño; fue Juan el Bautista quien se convirtió en el profeta que preparó el camino para la llegaba de Jesús (Lucas 1:17). Dios quitó la vergüenza de Elisabeth (Lucas 1:25).

La vida de Elisabet trae ánimo a mi corazón porque no importando su edad y esterilidad; Dios fue creativo y sopló aliento de vida en su vientre, porque Dios llama las cosas que no son, como si fuesen (Romanos 4:17).

De igual manera Dios lo hará en nosotros si permanecemos y confiamos en Él; quitará toda esterilidad de cada área de nuestras vidas, y podremos dar fruto para su gloria y honra.

No importa la “etiqueta” que tengamos, podremos ver su gloria, y se cumplirá lo que dice en el versículo Lucas 1:37:

“Porque nada hay imposible para Dios”

Autora: Gloria Guajardo
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