¡Todo por el llamado divino!

¡TODO POR EL LLAMADO DIVINO!

1 REYES 19: 15-21

llamado-de-eliseoINTRODUCCIÓN: usaremos este texto para el desarrollo de este tema y nos enfocaremos específicamente en el llamado de Eliseo (mi Dios es salvación). Uno que fue tomado del arado para sembrar la Palabra de Dios y dejando la labranza para dedicarse al ministerio. Veámoslo:

1.        ELISEO FUE ESCOGIDO POR EL MISMO DIOS.

a. Ungir al Eliseo como profeta (vr. 15-17). De los tres a quien Elías debía ungir (designar, nombrar con un llamamiento divino) solo correspondió con este último (Eliseo). ¡Estos iban a ser en manos de Dios instrumentos de castigo contra Israel y de vindicación de la gloria de Dios!

b. El profeta Elías halló a Eliseo (vr. 19a). Hallar (hb. Matsá): adquirir, estar presente, alcanzar, buscar, conseguir, topar, tropezar, “encontrar”. ¡Esto habla de un llamado sorprendente, repentino e inesperado y por iniciativa divina!

¿Dónde? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Se conocían? ¿Fue casualidad o providencia divina? ¡Lo cierto es que Elías fue a “encontrar” a Eliseo (PDT). ¡Recuerde que el profeta representaba a Dios ante el pueblo!

REFLEXIÓN: es Dios quien escoge, elige y llama. ¡La iniciativa es de Él! No nos adelantemos a Dios, esperemos nuestro turno (tiempo) y Su Kairos. ¡Recuerde que están los llamados y los asomados! No tomemos atajos: “es mejor dar un rodeo con Dios, que tomar un ato sin Él”. Como dice El adagio: “A quien le van a dar le guardan”. ¡Dios lo aparejará todo, él se encargará de mover Sus fichas y tiene el control de todo!

2.        ELISEO ESTABA OCUPADO EN SUS LABORES (Vr. 19b)

a. Arando sus propias tierras o terrenos. Recuerde que él era un hacendado. De hecho Eliseo era el hijo de un terrateniente procedente de Abelmejola (en la parte norteña de la cuenca del río Jordán). ¡Aparentemente era de una familia pudiente y él era rico!

Tenía doce (12) pares de yuntas de bueyes (no era común que una familia tuviera tantas yuntas), dueño del terreno, el banquete y muchos siervos. También su familia era distinguida por su piedad y oposición al culto del becerro. ¡No se avergonzaba de poner su mano en el arado!

b. Conducía la última yunta de bueyes.  Indicando también que era hacendado y pudiente. ¡La última yunta de bueyes, que él dirigía correspondía a la numero doce! (12). ¡Eliseo aquí no está leyendo, orando ni ofreciendo sacrificios, sino arando con sus yuntas de bueyes!

REFLEXIÓN: los ocupados al servicio de Dios. ¡No hay excusa para hacer Su  obra! Tenemos el caso de Moisés (Éxodo 3: 1-12), David (Salmo 78: 70-72), Gedeón (Jueces 6: 11-24), Amós (1: 1, 2), los apóstoles (Lucas 5: 1-11), Mateo o Leví (Mateo9: 9-13). ¿Y los desocupados? (Mateo 20: 1-16)

3.        ELISEO RECIBIÓ UNA INVESTIDURA REPENTINA (Vr. 19c)

a.  Elías pasó delante de Eliseo. Pasar (hb. Abár): cruzar, alcanzar, acompañar, “acercarse”

b. Elías echó sobre Eliseo su manto. Echar (hb. Shalák): tirar, cubrir, arropar, poner, lanzar, arrojar, dejar

Manto (hb. Addéret): no era un objeto sino una prenda, un vestido amplio, era el artículo más importante que una persona podía poseer. Se usaba para protegerse del clima, como lecho, para sentarse y como maleta. Podía darse como garantía por una deuda o podía ser hecha tiras para mostrar pesar y era considerado como parte de la persona (1 Samuel 18: 4) y al profeta le hacía participe de su comisión profética (Rut 3: 9; 2 Reyes 2: 13).

Hasta ahora, nada se nos ha dicho respecto al significado de este “manto”. No obstante esto, es probable que en la cultura de ese tiempo el “manto” de un profeta simbolizara: Su oficio como tal (profeta), era un acto de “transmisión de poder”, la acción de Elías de una “investidura” de Eliseo como profeta, Elías puso su manto en los hombros de Eliseo para mostrar que él sería su sucesor y Elías simbolizaba que había escogido a Eliseo para que “recibiera la autoridad y el poder” de su cargo.

Los bracmanes, los soofíes de Persia, y otros personajes sagrados y sacerdotales del Oriente son nombrados de esta manera (echando un manto sobre las espaldas por algún sacerdote eminente) ¡Eliseo probablemente había sido “educado” en las escuelas de los profetas! ¡Elías dejó su “manto” para Eliseo! (2 Reyes 2: 11-14).

REFLEXIÓN: necesitamos investimento de poder para realizar con éxito y eficiencia la obra de Dios, el servicio cristiano y el desempeño ministerial (Zacarías 4: 6; Lucas 24: 49-53; Hechos 1: 8; 2: 4; 4: 20; 1 Tesalonicenses 1: 5).

4.        ELISEO SE DESPRENDIÓ DE LO IMPORTANTE PARA EL (Vr. 20ª, 21)

a. Dejó los bueyes: el último par a su cargo. Dejar (hb. Azáb): sacrificar, abandonar, desistir, soltar, aflojar, renunciar, rehusar

b. Salió corriendo tras Elías. Dejó de inmediato su arado para alcanzarlo (PDT). Diferente al siervo de Elías (Giezie) que se “adelantó” al profeta (1 Reyes 4: 31)

c.  Pide despedirse de sus padres para seguirlo (hb. Yalák): caminar, atraer, llevar, partir, pasar, venir, viajar. ¿Será que Eliseo pensaría que no los volvería a verlos más? ¿Qué no regresaría más? Es obvio que Eliseo “entendía” la acción simbólica de Elías (fue educado en una escuela de profetas y su familia al igual que él era devota), aunque este (Elías) no le había dicho nada. Al pedir que se le permita “despedirse” de su familia, hacía solo lo normal y lo esperado. Elías da “permiso” para que se “despida” de su familia si es que ha “entendido” el significado de su “investidura”.

Como había “comprendido” la solemne ceremonia que Elías acaba de hacer sobre él (tirándole el manto). ¡No Elías, sino Dios quien lo llamó! ¡No permitiría que algún afecto terrenal lo (su familia) “detuviera a obedecer” su llamamiento! ¡Ahora Eliseo ha de seguir al profeta mayor! Compare con (Mateo 10: 37; Marcos 1: 17, 20; Lucas 18: 29, 30).

d. Mató (hb. Zabákj: victima, ofrecer, sacrificó) sus yuntas de bueyes. Matar (hb. Zabákj): victima, degollar, matar un animal (en sacrificio), ofrecer, sacrificó. Al matar a sus bueyes, Eliseo hizo un “compromiso” fuerte de “seguir” a Elías. Sin ellos, no podría “regresar” a su vida de rico granjero. Esta “comida” fue algo más que una “fiesta” típica entre granjeros. Era una “ofrenda” de agradecimiento a Dios, el que había “elegido” a Elías como profeta suyo.

e. Quemó la madera de la yunta (yugo) para cocinar o asar la carne. Eliseo utilizó los “animales y los implementos” (la madera) que poseía para: Organizar una “celebración de despedida”. ¿Será que pensó nunca regresar? Preparó (2 Samuel 24: 22) un “convite” de despedida para su familia y amigos, dejó su lugar natal, y se unió con Elías como su ministro, servidor o ayudante (vr. 21). ¡Lo vemos gozoso, feliz! ¡Esto es lo que debe producir en nosotros el llamado, el ministerio o servicio cristiano!

Era  un “compromiso” fuerte de “seguir” a Elías, sin ellos él no podría regresar a su vida de rico granjero, era una especie de “ofrenda” para festejar (PDT), fue algo más que una “fiesta” típica entre granjeros, era una “ofrenda de agradecimiento a Dios”, el que había elegido a Elías como profeta suyo y se trataba de una “acción” simbólica o real que no admite ninguna duda.

NOTA: al “matar” (sacrificar) a una de las yuntas y al “quemar” el arado (el yugo o la madera que sostenían los bueyes): hablaba que su “vida” anterior terminaba y rompió por completo su pasado. Al “cocinar” la carne para sus compañeros no tan sólo estaba preparando una fiesta de despedida, sino también los vocablos hebreo implicaba que una especie de “ofrenda sacrificial” se está preparando para Dios (valga la reiteración)

5.        ELISEO RESPONDIÓ VOLUNTARIAMENTE AL LLAMADO (Vr. 21)

a. Se levantó (hb. Cum): permanecer en pie, cambiar (la actitud), ponerse en posición

b. Fue tras Elías. Ir (hb: Jalák): andar, acudir, adelantar, alcanzar, correr, marchar, seguir

c. Servía al profeta Elías. Servir (hb. Sharát): atender (como servicio), contribuir (fig.), administrar, criado, ministrar (servir), ministerio, sirviente, ministro (servidor), ayudante (NVI). No fue cuestión de seguirlo solamente, estar a su lado no más (asociarse con Elías), sino que se ofreció de criado, ayudante (2 Reyes 3: 11). ¡Así aprendió para después enseñar, estuvo disputo a rebajarse  y a servir para más tarde regir!

CONCLUSIÓN: después de haber explicado esta Palabra, termino preguntando: ¿Qué tanto hemos dejado, sacrificado por el llamado ministerial que un día Dios nos hizo? ¿Ha valido la pena? ¿Deberás estamos seguro que fue Dios quien nos llamó? ¿Seguimos activo y funcionando para lo que Dios nos llamó? ¡Si la respuesta es sí, solo diga o escriba: ¡amén que sí y Manos a la obra!

AUTOR: PrediCantor Garys Leandro

Preparado originalmente para: www.destellodesugloria.org

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