¿Extenuado y sin fuerzas?
¿Extenuado y sin fuerzas?
Escrito por Lilo de Sierra
“Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil”
(Isaías 40:29 NVI)
Sé que debo seguir hacia adelante, mis muñecas y músculos adoloridos por el exceso de trabajo, reclaman descanso, sin embargo mis responsabilidades demandan atención y debo cumplirlas…¿acaso no es lo que Dios me ha dicho, que debo hacer todo con excelencia?…
Es cierto, en Colosenses 3:23-24(NVI), nos dice: “”Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo”, pero ¿cómo puedo cumplir ese mandato, si física y emocionalmente no estoy en condiciones para hacerlo?.
Nos entregamos a los afanes diarios, de manera mecánica. El descanso no hace parte de nuestra agenda, son tantas las ocupaciones y los compromisos que tenemos, que la falta de tiempo para nosotros mismos nos agobia, haciéndonos personas amargadas y sin gozo.
¿Pero de dónde se deriva nuestra felicidad?, simple, de la decisión de cambiar nuestra perspectiva y punto de vista frente a la manera de cómo hemos vivido hasta ahora. Es convertir nuestros problemas en oportunidades, pero lo más importante, entender que el gozo proviene de buscar el equilibrio en todo lo que hacemos. Es darnos cuenta que así como el Señor nos demanda excelencia, también nos exhorta a descansar, a no entregarle pan de fatigas a quienes amamos y nos aman y a encomendar nuestras preocupaciones al único que voluntariamente está dispuesto a llevar sobre sus hombros el peso de nuestras malas decisiones.
¿Realmente crees que tu esposo(a), tus hijos y tu mismo(a), merecen ser sacrificados por acumular riquezas que al final de tu vida, no podrás llevarte al cielo?, tu carro, tu casa, joyas, viajes, una posición social representativa, etc, valen lo que el corazón de tu familia a gritos necesita de ti, que es tu atención, tu amor y tu presencia?.
“No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”
(Mateo 6:19 NVI)
Qué lindo es acumular sonrisas, caricias, palabras de afirmación, miradas llenas del amor infinito de Dios. Son ensordecedores los te amo emocionados, sentir la paz y la armonía, que no exista nada allá afuera que logre tu atención, más que el ´calorcito´ amañador de tu hogar, esa sí que es una recompensa que no podemos dejar de disfrutar.
Entregar nuestras cargas, significa dejar que el Espíritu Santo fluya en todas las áreas de nuestra vida. Pase lo que pase, sabemos que Dios tiene TODO bajo control. Confiar en Él, nos garantiza que seremos sostenidos y no caeremos en desgracia, porque sus planes son de bienestar. Goza la vida que te ha sido concedida, que tu límite sea cumplir su santa voluntad, deléitate en las bendiciones con las que el Señor recompensa tu fidelidad y jamás olvides la siguiente verdad:
“La bendición del Señor trae riquezas, y nada se gana con preocuparse”
(Proverbios 10:22 NVI)
Escrito para www.destellodesugloria.org