Reflexiones: El Barómetro
Un Destellito En Las Manos De Dios
Seguramente, expresa Destellito, la historia que les contaré les resultará interesante. Un varón, residente en Long Island, Nueva York, adquirió un barómetro de alta calidad, instrumento que se utiliza para medir la presión atmosférica. Tiempo después, se dio cuenta que la aguja marcaba “huracán”, y consideró que el equipo estaba fallando, agitó el barómetro, y seguía marcando igual. Enojado, redactó una enérgica carta, dirigida a la Empresa que se lo había vendido, protestando por la mala calidad del barómetro.
Al siguiente día, se dirigió a Nueva York para trabajar en su oficina, ocasión que aprovechó para enviar la carta en la Oficina de Correos; durante el día, un fuerte huracán azotó toda la costa este de los Estados Unidos. El hombre, al llegar a Long Island, lamentablemente comprobó que se había quedado sin barómetro y sin casa, relató Destellito.
El Barómetro
Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre,
¿hallará fe en la tierra? Lucas 18: 7.
La persona en cuestión no le creyó al barómetro.
Había cancelado un elevado precio por el instrumento de precisión atmosférica, y cuando le transmitió el resultado de la medición, el hombre no creyó, iniciando una serie de acciones en contra de la empresa que se lo había vendido, expresa Destellito. Las consecuencias fueron desastrosas.
El instrumento de precisión que indicará si eres salvo o no, es la fe, “pero sin fe es imposible agradar a Dios”, señala la sagrada Escritura, además expresa que es imprescindible que la persona que se acerca a Él, crea que existe, que es real. También la Palabra de Dios expresa que “el que no creyere será condenado”. Los tiempos actuales tienden aceleradamente hacia el materialismo y al consumismo, elevando a un superior nivel la capacidad humana de superar todo, prescindiendo de la fe. La fe es superior a todas las cosas. No creer en Jesús como Salvador trae consecuencias eternas, el incrédulo terminará siendo atrapado por el “huracán” de la condenación; percatarse tempranamente de lo que dicen las señales de los últimos tiempos, es de personas sabias, concluye Destellito.
Por Oscar Olivares
Escrito para: www.destellodesugloria.org