¿Por qué me pasa esto a mí?
¿POR QUÉ ME PASA ESTO A MÍ?: FE VERDADERA EN MEDIO DE LAS PRUEBAS
Por Lilo de Sierra
“Considera mi aflicción, y líbrame, pues no me he olvidado de tu ley. Defiende mi causa, rescátame; dame vida conforme a tu promesa.”
(Salmos 119: 153-154 NVI)
¿Te ha pasado que intentas dar lo mejor de ti en todas las áreas de tu vida, que te esfuerzas por agradar a Dios en todo momento, no le haces daño a nadie, tienes una actitud positiva ante toda circunstancia, tratas de no quejarte tanto, pero las cosas no te salen como esperabas?.
Job, fue un hombre recto e intachable ante los ojos de Dios y de los hombres, no le hacía falta nada, tenía una familia feliz, mucho dinero, propiedades, ganado, criados y buen nombre ante la sociedad (Job 1 NVI).
Debes saber que Dios, te portes bien o te portes mal, prueba tu confianza en Él, en medio de tus dificultades. Dudas en tu mente pero crees en el corazón, que todo lo puede, y esperas una pronta respuesta a tus oraciones, pero al ver que esa respuesta es demorada y que aquello que te entristece no cambia sino empeora con el pasar del tiempo, te lleva a pensar de manera equivocada, motivándote a alejarte de Dios, culpándolo por lo que para ti es frustración y derrota.
Job, fue un hombre que lo perdió todo, sus posesiones materiales, su familia, su matrimonio, sufrió enfermedad, fue señalado y cuestionado por sus amigos, se sintió devastado, pero permaneció firme en sus principios y convicciones.
Aunque Job no hallaba respuesta a sus súplicas, declaraba que el Señor se ocupaba de él, soportó su sufrimiento con paciencia y afirmó que si había recibido bendiciones por parte de Dios, también debía aceptar los problemas con un corazón humilde.
Al sentirse atacado y abandonado por su familia y amigos, confrontó y cuestionó a Dios, exigiéndole una respuesta ante su situación, más sin embargo, lo hizo ante Él, y no ante los seres humanos, y es en medio de sus cuestionamientos, que Dios le habla, para hacerle entender que Él tiene el control de todo.
“El Señor le respondió a Job desde la tempestad. Le dijo: ¿Quién es éste, que oscurece mi consejo con palabras carentes de sentido? Prepárate a hacerme frente; yo te cuestionaré, y tú me responderás. ¿Dónde estabas cuando puse las bases de la tierra? ¡Dímelo, si de veras sabes tanto!” (Job 38:1-4 NVI).
Al creador de lo que podemos ver y percibir en el mundo, no le ha quedado grande tu vida. Si decides confiar en Él y caminar de su mano, puede darte más de lo que esperas, pero para que esto suceda, es necesario clamar por su intervención, dejando de lado la queja, la infidelidad, la lujuria, los negocios ilícitos, la mentira, el odio, el resentimiento, el temor y todo aquello que te aleja del plan divino que Él ha trazado para ti.
Dios es poderoso, no rechaza al inocente, todo lo entiende, hace valer sus derechos, lo cuida, lo libra de la aflicción, lo consuela en medio del sufrimiento, le pide apartarse del mal, obedecerle y servirle, para gozar de prosperidad, lo único que tiene que hacer, es dejarse instruir y orientar por Él.
Lo que hoy estás viviendo, falta de trabajo, un matrimonio destruido, la soledad, un grave diagnóstico médico, la pérdida de un ser querido o las deudas que te roban la paz y la de tu familia, cualquiera que sea tu circunstancia, no es desconocida para aquel que te creó; aunque no lo sientas o lo veas, está trabajando en ti con una dedicación especial.
Finalmente, Dios promete restituirte, llevarte a un lugar amplio y espacioso, y sostenerte en medio de las dificultades, siempre y cuando entiendas que no es en tus fuerzas, sino es por su mano poderosa que saldrás victorioso (Job 36:16 NVI).
No podemos cuestionar los planes de Dios, porque en nuestra sabiduría no podemos comprenderlos. Reconocer su soberanía en cada una de las experiencias buenas o malas vividas, es lo que abrirá las puertas del cielo, para que sobreabunden bendiciones como premio a nuestra paciencia y perseverancia.
¡La decisión de tener fe es personal y voluntaria!, cambiar las actitudes con las que enfrentas las pruebas, te permitirá ver claramente el camino a seguir para recibir la tan anhelada recompensa.
“El Señor bendijo más los últimos años de Job que los primeros, pues llegó a tener catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas. Tuvo también catorce hijos y tres hijas. A la primera de ellas le puso por nombre Paloma, a la segunda la llamó Canela, y a la tercera, Linda. No había en todo el país mujeres tan bellas como las hijas de Job.”
(Job 42:12-17 NVI)
¡AUNQUE TU MUNDO HOY ESTÉ EN OSCURIDAD, NADA PODRÁ FRUSTRAR LOS PLANES QUE DIOS TIENE PARA TI!
Escrito para: www.destellodesugloria.org