Un Destellito En Las Manos De Dios

El afán de Destellito, por enseñar a sus lectores, no hace más que demostrar el amor que les tiene, en esta ocasión comparte la siguiente historia.

Cierto niño caminaba sin prisa por una polvorienta calle, cuando un ligero brillo metálico llamó su atención, se trataba de una moneda de bajo valor, contento, determinó caminar con la mirada puesta en el suelo. Por cierto, encontró otras monedas de diferente valor, hasta un desgastado billete de un dólar. En total reunió doce dólares y ochenta y dos centavos, esa cantidad la conservó como un tesoro porque no le había costado nada, o ¿sí le costó?. Preocupado de incrementar lo que llevaba, se perdió la plena belleza del ocaso, el esplendor de muchos arcoíris, blancas nubes flotando sobre su cabeza bajo un cielo azul, pájaros volando, ardillas saltando de rama en rama, en fin, toda una historia de vida perdida o mal aprovechada.

El Pequeño Tesoro

Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Mateo 6: 21.

Hay personas que les ha resultado muy difícil, dejar aquellas cosas que prácticamente están “pegadas” a su corazón, tanto es así, que se han perdido de conocer la vida de Dios, que está llena de vivencias muy agradables para aquél que ha creído. Caminan con la cabeza gacha conformándose con tan poco, ya sea con una moneda de cobre o  con un billete de dólar, ¡si levantaran la cabeza, cuantos tesoros encontrarían!. Es que servir a Dios Creador implica, necesariamente, desprendimiento, renuncia, y abandono de “tesoros” que no hacen ningún bien, es más, endurecen el corazón impidiendo la entrada a Jesús, el Señor. Dios está en el cielo, no sobre la Tierra, y para mirarlo hay que levantar la cabeza, apartar la atención de todo lo que distrae y hace infeliz. Suelte y deje ir aquello que lo ata robándole su atención hacia Jesús, lo que sea.-

Por Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org