Reflexión – Eres hijo de Dios, perdónate Él te escogió
Eres hijo de Dios, perdónate Él te escogió.
¨sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es.»
1 corintios 1:27-28 (Reina-Valera 1960)
Puede que la mayoría de nosotros hayamos leído y escuchado estos versículos muchísimas veces en nuestra vida, las mismas veces que Dios nos ha intentado hablar de diferente manera, pero no lo interiorizamos, ni lo apropiamos como deberíamos. Decimos: ¨es que ya se dé que se trata, ya lo leí, ya me lo sé¨; entonces seguimos teniendo esa actitud al volverlo a leer, es porque aun no ha hecho el efecto que debería en nosotros, pues cada palabra que sale de Dios es para nosotros y debería marcar un antes y un después cada día de nuestra vida, pues siempre tenemos cosas que mejorar, analizar y poner en práctica.
Porque digo esto, porque pasamos por momentos de tristeza y desanimo por la misma razón de siempre, y es que dudamos y nos hace falta apropiarnos de la identidad que tenemos en Cristo, pues cuando tenemos claro por quien fuimos escogidos, difícilmente las tormentas nos destruirán; nos hace falta eso identidad, saber quiénes somos y para que fuimos llamados. Porque siempre el enemigo nos acusa con los mismo errores del pasado, de los cuales puede que no estemos cometiendo en la actualidad, pero que aun cargamos con ellos, y no entendemos que Dios nos escogió así de imperfectos, obviamente si El nos prefirió es porque lo necesitábamos, pues quien necesita del médico, es quien se encuentra enfermo, acaso no nos limpio Jesús con su sangre y nos dio su perdón, fue para eso que vino a morir en esta tierra.
Entonces SOMOS HIJOS DE DIOS, lo cual hay que tener siempre claro, y sí éramos lo peor de lo peor, pero, estamos en proceso de cambio, YA NO SOMOS LOS MISMOS DE ANTES, pues no entendemos de que Dios nos eligió para avergonzar al altivo y los que terminamos avergonzados somos nosotros mismos, porque aunque éramos débiles, Dios nos ha dado de su fortaleza, su poder se ha perfeccionado en nuestra debilidad, pero nos seguimos comportando como débiles. ¡Diga el débil, fuerte soy!
El problema no está en Dios por haber escogido a alguien imperfecto, el problema está en nosotros que nos menospreciamos por ser: pecadores. A veces nos cuesta perdonarnos a nosotros mismos. Éramos nadie sin Dios, ahora que lo tenemos, porque nos sentimos como nada ante las circunstancias.
¨Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado, lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman¨ 1 Corintios 2: 9 (Nueva Traducción Viviente).
Dios tiene muchos planes para ti, pero debes de empezar a amarlo sobre todas las cosas, por encima de la culpa, el temor, la duda, las dificultades etc. Dios nunca se equivoca y no fue la excepción al crearnos, necesitamos empezar a vernos como Dios nos ve.
Autora: Jessica Terán
Escrito para: www.destellodesugloria.org