En los apuntes de Dios
En los apuntes de Dios
¨Ustedes han dicho: Servir a Dios no vale la pena. ¿Qué ganamos con cumplir sus mandatos y vestirnos de luto delante del Señor Todopoderoso, si nos toca llamar dichosos a los soberbios, y los que hacen lo malo no sólo prosperan sino que incluso desafían a Dios y se salen con la suya?”
Malaquías 3: 14-15 (Nueva Versión Internacional)
Las palabras descritas en el anterior versículo no son desconocidas para nosotros, es mas en algún momento de nuestras vidas, se nos han pasado por la mente o hasta las hemos llegado a decir. No es fácil asimilar que una persona que actúa mal delante de los ojos de Dios, que tiene malas intenciones y sentimientos este prosperando y que les valla mucho mejor que nosotros que estamos con Dios, nos entristece ver esa escena y nos llega desanimar.
Pero más que las bendiciones económicas y materiales es más importarte estar bajo el lecho de Dios, no tiene comparación alguna tener las bendiciones espirituales, porque esas nos darán la sabiduría y nos ayudaran a buscar la voluntad de Dios, pobres o ricos es mejor que las bendiciones provengan de Él y no por malas procedencias.
¨Los que temían al Señor hablaron entre sí, y él los escuchó y les prestó atención. Entonces se escribió en su presencia un libro de memorias de aquellos que temen al Señor y honran su nombre.¨ Malaquías 3:16 (Nueva Versión Internacional).
Y es aquí donde nos tenemos que sentir identificados, los que verdaderamente tememos a Dios, gozamos nuestra parte con El, por que preocuparnos que a la otra persona le valla mejor, si nosotros tenemos muchos privilegios, les mencionare algunos:
1. Hablar entre sí: como hijos de Dios, debemos estar unidos, ponernos de acuerdo por el bienestar de los demás, para la que la gloria y el poder de Dios se manifieste en nuestras vidas, hablar mas no criticar ni juzgar ser libres en cuanto a pensamientos, pero sobre todo tenemos el enorme privilegio de hablar con Dios. Hablar sabiendo de que esa persona a quien te diriges te va a responder y más aun cuando por encima de todas las cosas dejamos nuestro deseos de lado, dándole prioridad al aceptar y esperar su voluntad.
2. Dios nos escucha y nos presta atención: es bonito saber que Dios saca de su valioso tiempo para atender nuestras peticiones, pues sabemos que cuando nos unimos para orar así sea solo con el espíritu santo, El está atento, esperando escuchar y atender clara mente la voz de sus hijos, no oír por oír y dejar las palabras como cosa perdida que se lleva el viento, que hermoso es saber que llamamos su atención.
3. Escribe nuestros nombres en el libro de la vida: a Dios nada se le olvida, y si bien es cierto que el tiene un libro donde escribe cada uno de nuestros nombres y solo lo que estén en el podrán gozar de vida eterna, créeme que si has puesto a Dios por encima de todo y has tomado decisiones en base a Él, temiéndole y cuidando cada paso que das para no desagradarle, El tiene los apuntes de cada cosa que haces y de lo que tiene preparado para ti.
Entonces es mejor que esperemos las bendiciones de Dios y no nos afanemos ni nos entristezcamos por nada, que mas privilegio que agradar a Dios y saber que vamos a estar con Él para siempre, esa es la máxima recompensa a todas las tribulaciones que hemos pasado. Pero aun así Dios a su tiempo nos prosperara y cumplirá su propósito. Confiemos en El, pensemos que si actuamos bien, nuestro nombre no será borrado y la lista de bendiciones que Dios tiene escritas llegara una a una, a su debido tiempo y cuando Dios considere que estemos preparados para recibirla. Por nada del mundo debemos permitir, ni darle motivos a Dios para que nos borre de su libro.
¨El día que yo actúe ellos serán mi propiedad exclusiva dice el Señor Todopoderoso. Tendré compasión de ellos, como se compadece un hombre del hijo que le sirve. Y ustedes volverán a distinguir entre los buenos y los malos, entre los que sirven a Dios y los que no le sirven¨. Malaquías 3:17-18 (Nueva Versión Internacional).
¡Dejemos que Dios actúe!
Autora: Jessica Terán
Escrito para: www.destellodesugloria.org