Cuerpos pintados

Un Destellito en las manos de Dios

cuerpos pintadosLa creatividad humana tiene alcances insospechados. Numerosa es la historia de hombres y mujeres que pusieron su sabiduría al servicio de la humanidad, algunos han trascendido más allá de su tiempo, y cada día se oye un avance más, ya sea en las ciencias o en la tecnología. La inventiva del hombre no se detiene ante nada.

En la actualidad existen personas dotadas de la habilidad de hacer todo tipo de dibujos, algunos de ellos verdaderas obras de arte, donde la certeza del autor en la aplicación de sus herramientas, se pone a prueba cada vez que tienen el   material donde plasman sus creaciones, dijo un misterioso Destellito, que continuó con su relato.

Destellito, nos da a conocer la historia de Paula Monteros, se trata de una mujer de treinta y tres años, la que siendo entrevistada por la prensa escrita declaró: En el pecho tengo un diamante. En la ingle tengo un gato negro. Al lado de mi ojo izquierdo tengo un corazón. Lo que más me gusta es decorarme el cuerpo, cuando veo mi piel y me doy cuenta que tengo una zona sin tatuar, lo primero que pienso es que puedo hacerme en ese espacio. Paula, empezó a tatuarse a los catorce años de edad.

Cuerpos Pintados

De la Escritura Sagrada, Destellito lee lo siguiente:

Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová. Levítico 19:28

La razón principal que tuvo el Señor para prohibir las heridas y tatuajes en el cuerpo, fue que era una práctica de las naciones paganas. La Gracia no significa abstenerse de la santidad. Hay hechos, palabras, gestos, o pensamientos, que reflejan lo que es la persona, esta definición alcanza tanto a los hijos e hijas de Dios como a los que no lo son, el que no ha rendido su corazón a Cristo lo demostrará, y de la misma manera, el que ha permitido a Cristo en su vida, también lo dará a conocer. Y tatuarse o hacerse heridas en alguna parte del cuerpo nada tiene que ver con el que ha nacido de nuevo. Paula Monteros, llevó a un extremo su adicción a los tatuajes, señal inequívoca que necesita al Señor Jesús, afirmó Destellito.-

Autor: Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org

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