¡La necesidad de perdonar al ofensor!
¡La necesidad de perdonar al ofensor!
INTRODUCCIÓN: en esta enseñanza estudiaremos a la luz de este pasaje bíblico la necesidad y la importancia urgente de perdonar al ofensor. Veamos cómo lo enseñó Pablo.
1. QUIÉN ERA EL OFENSOR
A. Pudo haber sido alguien en particular de la iglesia de Corintio, quien ofendió
personalmente, directa e indirectamente al apóstol Pablo en una de sus visitas y la acusación era de conducta cruel, ruda, pero no inmoral y de rebote había también ofendido a los miembros de la misma iglesia.
B. Otros lo identifican con el incestuoso que tenía por mujer a su madrasta (1 Corintios 5: 1-13). Según los autores antiguos que no tuvieron en cuenta la carta desaparecida de Pablo: la que escribió con lágrimas. (1 Corintios 5: 9; 2 Corintios 2: 1-4; 7: 8-12).
C. También lo relacionan con algunos rebeldes que causaron tristeza no sólo a Pablo, sino en cierto modo a toda la iglesia y que fueron repudiados por muchos (2 Corintios 7: 6-13).
- Lo cierto es que el texto habla de una persona determinada que ha cometido graves faltas en Corinto y contra Pablo a la cual la iglesia le ha tenido que imponer disciplina; aunque algunos miembros de la congregación demandaban para el ofensor un castigo más severo del que había recibido de parte de la mayoría de la comunidad (vr. 6). Probablemente la falta en cuestión se produjera durante una de las visitas de Pablo a Corinto y ocasionara la reacción de su severa carta (la intermedia que escribió entre 1ra. 2da. de Corintios y que se perdió), en la que exige que se castigue al infractor (2 Corintios 2: 3, 4).
2. QUÉ CAUSÓ EL OFENSOR: tristeza (vr. 5)
A. Tristeza personal o total al apóstol Pablo (vr. 5a)
B. A toda la iglesia de Corinto hasta cierto punto, en parte y de alguna manera (vr. 5b)
- Tristeza (gr. Lupéo; Lupe): afligir angustiar contristar, molestia, dolor, adversidad, calamidad, miseria, padecimiento, sufrimiento, tribulación, problema, entristecer, causar tristeza o estar triste, ofensa.
3. QUÉ SUFRIÓ EL OFENSOR: reprensión (vr. 6)
A. Una forma de castigo que le impuso la mayoría de los Corintios (vr. 6): una medida de disciplina que probablemente fuera una censura severa. La mención de la “mayoría” en este pasaje bíblico hace pensar que algunos estaban de acuerdo con el ofensor (de algún modo se ponían de parte de él).
- Lo cierto es que este pasaje al igual que otros infiere la manera como la iglesia del N.T disciplinaba a un creyente incurrido en un grave pecado (Hechos 5: 1-11; 1 Corintios 5: 1-13; 2 Corintios 7: 8-12); a fin de proteger la reputación de Dios (Mateo 6: 9; Romanos 2: 23, 24), mantener en alto la integridad y pureza moral de la iglesia de Cristo (1 Corintios 5: 1-13; 2 Juan 7-11), rehabilitar al ofensor (espiritualmente).
No con tanta severidad (sin censura) que lo prive de la esperanza de la misericordia divina y hacerlo retornar a la Koinonía (comunión) plena de la iglesia (2 Corintios 5: 5; Santiago 5: 19, 20). Además de lo anterior después de una disciplina apropiada, si el ofensor está arrepentido se le debe restaurar y consolar con amor, amabilidad, empeño, temor de Dios y de Su Palabra, mansedumbre, considerándonos como así mismos (Gálatas 6: 1); por su puesto no dejando a un lado la tristeza e indignación que se siente. Esto comprueba y demuestra que realmente se ha perdonado al ofensor (2 Corintios 2: 7-10).
- Por otro lado no podemos dejar pasar por alto el hecho que hay muchas “iglesias” que han abandonado la disciplina eclesial y abogan por tolerar el pecado, ofreciendo una gracia barata y se niegan a oír lo que el Espíritu Santo dice a las iglesias (Apocalipsis 2 y 3). Como resultado se toma el pecado con ligereza y se ha ausentado de su medio el temor de Dios; sobre todo si su visión es tener llenas de almas las iglesias. Se olvidan de una gran verdad: “Es mejor la calidad que la cantidad”.
B. Esto fue suficiente para que aprendiera la lección, se corrigiera, cambiara de
actitud y sobre todo diera suficientes muestras de arrepentimiento (se arrepintiera de verdad). De hecho Pablo decidió perdonarlo y pidió que se le perdonara (vr. 7, 10). Así lo estudiaremos más adelante.
- Reprensión (gr. Epitimifepítimao): pena, censura, amonestar, prohibir, reconvenir, reprender, exhortar redargüir, pagar un precio o castigo.
4. CUÁL DEBÍA SER LA ACTITUD HACIA EL OFENSOR: si se arrepentía
A. PERDONARLE (Vr. 7): del termino gr. Charizomai; Jarizomai. De “charis” (gracia); entregar, indultar, conmiserar, aceptar, querer, piedad, compasión, quitar, aplacar, cancelar, anular, apaciguar, reconciliar, satisfacción, hacer un favor, mostrar bondad incondicionalmente, perdonar generosamente, absolver a alguien de su ofensa liberar a alguien de la carga de su ofensa.
- Ø Pablo fue el primero en perdonar al ofensor en presencia de Cristo (en la persona de Cristo, como delegado de Cristo o con la autoridad de Cristo; sobre todo la primera traducción). También exhortó y aconsejó a los Corintios perdonar al ofensor prontamente (vr. 7, 10) (DHH). Que también se mostraran benignos y misericordiosos con el ofensor arrepentido como el mismo Pablo lo hizo (vr. 10).
Estudie también el ejemplo de perdón entre José y sus hermanos, Esaú y Jacob, Oseas y Gomer, Pablo y Juan Marcos y sobre todo el corazón perdonador Jesús por toda la humanidad.
B. CONSOLARLE (Vr. 7): el gr. Parakaléo para consolar significa llamar cerca, invocar por imploración exhortación o consolación, orar, presentar, alentar, animar, confortar, amonestar, ayudar (DHH).
- Ø José perdonó a sus hermanos, pero también los ayudó (Génesis 42: 25-27; 43: 16, 24, 34; 45: 5-11, 21-24, 27; 47: 11, 12; 50: 21).
C. CONFIRMARLE EL AMOR (Vr. 8): del termino gr. Kuróo; ratificar, hacer autoritativo, demostrar (DHH), confirmar (RV. 2000). Este era el ruego a los Corintios para que nuevamente demostraran el amor que le tienen al ofensor (DHH).
- Ruego (gr. Parakaléo): invitar, invocar suplicar, implorar, pedir (petición), pedir el favor.
5. PARA QUÉ DEBÍAN PERDONAR AL OFENSOR ARREPENTIDO
A. Para que no fuera consumido de demasiada tristeza: desespere (vr. 7).
- Consumido (gr. Katapíno): tragar entero (figuradamente), sorber, absorber
ahogar, devorar, consumir, ser vencido, desesperar (DHH), abrumar (LBLA).
B. Para demostrar obediencia: probarlos o comprobarlos (vr .9)
C. Para seguir el ejemplo de Pablo: imitar (vr. 10)
D. Para que Satanás no gane ventaja alguna: ni del ofensor arrepentido, ni de la iglesia, ni mucho menos del mismo apóstol Pablo (vr. 11)
- Ventaja (gr. Pleonektéo): ser codicioso, sacar partido, abarcar demasiado, engañar (RV. 2000), aprovechar (DHH).
Un exegeta P. Gutiérrez comentó lo siguiente: “un exceso de severidad podría dar ocasión a que Satanás indujera al culpable a sentimientos de desesperación y tal vez a la apostasía o a las calumnias de sus adversarios judaizantes, quienes interpretarían mal un gesto de mano dura, fuerte del apóstol en el caso presente del culpable y le imputarían el cargo de hombre vengativo, tirano de la fe de los corintios”.
También Crisóstomo dijo: “Satanás (Jehová lo reprenda) destruye a algunos mediante el pecado; a otros mediante una desmesurada tristeza que puede perdurar aun después del arrepentimiento por el pecado.
E. Para rehabilitarlo en lo espiritual: retornarlo a la plena comunión
F. Para que fuera restaurado y recibido nuevamente a la comunión: fuera reintegrado al compañerismo de la Iglesia.
- Todo esto lo enseñó hacerlo el apóstol Pablo porque el ofensor había dado suficientes y claras muestras arrepentimiento.
CONCLUSIÓN: después de haber estudiado con atención esta palabra preguntamos: ¿es necesario, urgente e importante perdonar al ofensor? ¿Estamos dispuestos y listos para perdonarlo? A través de esta enseñanza hemos aprendido la manera de hacerlo.
Recuerde: “el perdón no es un sentimiento ni una opción; es una decisión«. Que así sea por nuestro bienestar, el de la iglesia y el del ofensor. ¡AMÉN QUE SÍ!
Autor: PrediCantor Garys Leandro
Preparado para: www.destellodesugloria.org
Gracias por esta reflexión, pregunto, que pasa si el ofensor no se arrepiente?