Destellito: Confianza absoluta
Un Destellito en las manos de Dios
Hay ocasiones que a los hombres les suceden cosas, sean buenas o malas, pero que permiten tomarlas para dejar alguna enseñanza, a veces son situaciones que pasan inadvertidas, y otras que inevitablemente son conocidas por más personas, expresó un misterioso Destellito.
Confianza Absoluta
Esta historia sucedió al interior de una casa de familia cristiana, sus miembros se esforzaban en seguir a Cristo con fidelidad, y uno de sus mejores méritos fue guiar a sus dos hijos, un niño y una niña, por los senderos de la Palabra de Dios, prácticamente desde su nacimiento.
En cierta ocasión, los pequeños quedaron al cuidado de su abuelita, a quién querían mucho, y disfrutaban su compañía cada vez que los visitaba. Había sido un día tranquilo, como todos los días en realidad, sin embargo, estaba por suceder un hecho que alteraría esa tranquilidad.
Se accedía al segundo piso de esa casa, por una escalera de madera, y la abuelita se encontraba en los afanes de dicho piso, cuando decidió bajar al primer piso, sin percatarse que su pequeño nieto que la seguía. El niño se detuvo sobre la plataforma de la escala observando como su abuelita bajaba los peldaños, cuando ésta llegó abajo, repentinamente el nieto la llama por su nombre, y al darse vuelta para atender el llamado, se lanzó volando en el aire, para caer en los brazos de su “abueli”, que no salía del asombro y del temor por lo que habría sucedido si su reacción no hubiese sido tan rápida, el pequeño le dijo feliz: “Yo sabía que me ibas a agarrar”. Así dice la Biblia, expresó Destellito.
Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio. Hebreos 3:14. No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón. Hebreos 10:35.
El niño de la historia, tenía tal confianza en su abuelita, que temerariamente se lanzó a sus brazos, no se detuvo a pensar que podría tener un accidente, sabía en su fuero interno que ella respondería a la confianza que había depositado en ella, dijo Destellito. Razón tiene el Señor Jesús cuando dice que los hijos y las hijas de Dios, deben ser como son los niños. El apóstol aconseja que hay que retener la confianza en Dios, pero, ¿Cuál confianza?, la que usted tenía al principio de su caminar cristiano, ¿recuerda usted como era su confianza en las promesas de Dios cuando le conoció?, ¿ya no es la misma?, siga el otro consejo del apóstol, no pierda la confianza en Cristo Jesús porque el premio será inimaginable. Amigo o Amiga, confíe en Dios, en medio de cualquier circunstancia, confíe en Dios, hasta el fin.
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org
