Dios no necesita superhéroes

Hace varios meses atrás sostuve una conversación con un profesor de un curso de liderazgo online que tomé. Dentro de los muchos comentarios que juntos hicimos y de lo buena que estuvo esa conversación, hubo un elemento realmente relevante para mí, sobre todo por mis características personales. Mi profe me animó a “colgar la capa para que se la ponga a quien se la quité”. Sí, se refería a Jesús.

A veces en nuestro afán de tenerlo todo bajo control asumimos responsabilidades que no nos corresponden y queremos resolver situaciones que no fueron asignadas para ser resueltas por nosotros, sino para que Dios se glorifique a través de ellas. Es cierto, lo hacemos con muy buena intención y nunca pensamos en que reemplazamos a Dios, pero estamos siendo obstáculo, muchas veces, para que se cumplan las cosas a la manera de Él y no a la nuestra.

 Sé que como cristianos tenemos las mejores intenciones, quisiéramos poder dar respuesta a una serie de acontecimientos que muchas veces no tienen explicación, pero hay algo que más vale que aprendamos prontamente: No somos superhéroes y nunca lo seremos.  Y no lo seremos porque si no, Dios ya no tendría cabida en este mundo porque todos nosotros seríamos capaces de hacer las cosas por nuestra parte, sin la maravillosa y extraordinaria intervención divina que le agrega majestuosidad a la vida.

También sé lo difícil que es deshacerse de esa capa y colgarla definitivamente; en ocasiones nos veremos tremendamente tentados a ponérnosla y salir a combatir las fuerzas del mal, pero la verdad, es que nuestro poder es Cristo y sólo Él a través de nosotros puede vencer al mal con el bien…pero no es nuestro superpoder el que lo hace…siempre se ha tratado de Él.  Esto no quiere decir que ni siquiera nos movilicemos ante las necesidades de los demás, no es eso lo que quiero transmitir, sólo quiero que sintamos libertad a este respecto: Dios NO espera que te comportes siempre como un superhéroe, que tengas super fuerza o seas capaz de hacerle frente a todo, ya sea para defender a otros o para cuidarte tú mismo, Dios quiere ser el superhéroe para ti y para mí y que sea Su presencia en nuestra vida nuestro mayor super poder, el que vence a todo a y todos.

Me encanta pensar que Dios no necesita que yo sea siempre fuerte o valiente, porque Él lo es por mí; me fascina pensar que puedo ser tal cual soy porque tengo a alguien que es todo lo que yo no soy; me da una inmensa paz saber que hay alguien que pelea por mí y me defiende frente a viento y marea y me da un tremendo alivio el colgar la capa y dejar que quien es el superhéroe por excelencia haga Su trabajo a través de mí. Todo esto hace que mi vida sea libre y plena en Él.

Autora: Poly Toro

Escrito para www.destellodesugloria.org