Destellito: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?
Un Destellito en las manos de Dios
Destellito es aficionado a la Historia, y para él es un relajo entrar a una Biblioteca para mediante la lectura aumentar sus conocimientos. Le llama poderosamente la atención como se generaron los países, aprendió que muchos de ellos debieron soportar largas guerras hasta conseguir la independencia, de tal forma que hoy, conocemos muchas historias de los primeros padres conquistadores y fundadores. Hay una enorme galería de acontecimientos, anécdotas, e historias de vida, con las cuales Destellito puede utilizar como fundamento para sus enseñanzas siempre útiles.
¿Quién dicen los hombres que soy yo?
La Historia de los hijos e hijas de Dios Creador, posee situaciones que a veces asombran, dijo Destellito. Una de ellas dice relación a un personaje muy importante de una gran nación. Cuenta la Historia que Thomas Jefferson, uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, cortó y pegó un ejemplar del Nuevo Testamento, eliminando las secciones que él consideraba se referían a la divinidad de Jesús, y conservando otros pasajes sobre las enseñanzas éticas y morales del Señor; Destellito suspiró profundamente para luego leer:
Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipos, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Mateo 16: 13-16.
Thomas Jefferson, pretendió separar en dos a Jesús, para quedarse con aquél que cumplía sus expectativas, con el Maestro, con el hombre llamado Jesús éticamente y moralmente elevado, y excluir al Cristo, el Hijo del Dios viviente, demostrando que tenía un grave problema de credulidad, expresó Destellito.
La divinidad y la humanidad de Jesús, es una unidad indisoluble, eterna; expresión visible de Dios Creador aquí en la tierra, como en los cielos. Hay muchos que hoy tienen una visión sesgada de Jesús, y que al igual que Jefferson, prefieren la parte que más les acomoda. No es posible creer en el Jesús Hombre, y dejar de lado al Jesús Salvador, así como no es posible creer en el Jesús Salvador, y no creer en el Jesús Hombre. Dice la Escritura de Jesús:
Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. Juan 6:41.
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org