Destellito: El Levantador de Pesas
Un Destellito en las manos de Dios
Los Juegos Olímpicos acaparan la atención de prácticamente todo el mundo, dijo Destellito, mientras sacudía sus pantalones de tenista, uno de los deportes que le agradan. Millones de personas, gracias a las comunicaciones avanzadas de hoy, siguieron el desarrollo de los últimos juegos efectuados en Londres. Son dos las materias a considerar al respecto, la primera: la diversidad de disciplinas deportivas, y la segunda: la gran cantidad de países que participan. Existe entre las disciplinas, una práctica que deja una valiosa enseñanza para los hijos y las hijas de Dios.
El Levantador de Pesas
Levantar pesas, expresa Destellito, requiere de un muy buen estado físico. La gran mayoría de las veces, los que practican este deporte, exceden con creces su propio peso y el esfuerzo que realizan es admirable. Estos deportistas se proponen superar, en levantamientos sucesivos, la marca inicial, los más fuertes lo logran, mientras que muchos van quedando relegados. Levantar la barra es todo un desafío para el deportista. Toda su determinada actitud se puede observar cuando está frente a ella, la manera como la toma con sus manos, y la manifestación de su cuerpo, cuando inicia el levantamiento, dirá si tuvo éxito o no. Cuando el levantador de pesas no lo logra, decimos que le faltó fuerza, comentó Destellito al momento que abría su Biblia para leer:
Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán. Isaías 40: 31.
El objetivo del levantador de pesas es levantar la barra, no tiene más propósito que ese, expresó Destellito, y su entrenamiento tiene como esencial razón llevar la barra por sobre sus hombros, y la idea es que no le falte la fuerza.
Los hijos y las hijas de Dios tienen sus propios desafíos: hay algunos que vuelan, levantarán las alas como las águilas; hay otros que corren, correrán y no se cansarán; y otros que caminan, caminarán y no se fatigarán. Para volar, correr, y caminar, se necesita fuerza, y muchas veces se requiere nuevas fuerzas. Esas nuevas fuerzas son entregadas por Dios Creador cuando la confianza está puesta en Él. Cuando usted crea que le faltan las fuerzas mire a la cruz y escuche la voz del Señor que le dice:
Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. Isaías 41:13, concluyó Destellito.
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org