La Pereza No es de Dios

La Pereza No es de Dios

No des sueño a tus ojos,
Ni a tus párpados adormecimiento;
Escápate como gacela de la mano del cazador,
Y como ave de la mano del que arma lazos.
Ve a la hormiga, oh perezoso,
Mira sus caminos, y sé sabio;
La cual no teniendo capitán,
Ni gobernador, ni señor,
Prepara en el verano su comida,
Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.
Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir?
¿Cuándo te levantarás de tu sueño?
Un poco de sueño, un poco de dormitar,
Y cruzar por un poco las manos para reposo;
Así vendrá tu necesidad como caminante,
Y tu pobreza como hombre armado.

Proverbios 6: 6-14.

Esas palabras se me quedaron ¡grabadas! Una vez que le dije a un primito de 4 años que me alcanzara el teléfono, y me respondió: ¿Tiene Pereza? Pero LA PEREZA NO ES DE DIOS! En ese momento me quede asombrada con la seguridad que me lo dijo, y pensé que definitivamente los niños son unos grandes maestros. En ese momento me dio hasta vergüenza delante de él, porque tenía mucha razón.

Cuantas veces nos inunda la pereza, la fatiga y no hacemos ciertas cosas simplemente por este mal que siempre está ahí, y a veces le correspondemos con no querer hacer las cosas.

Una vez expuse una motivación con base en Nick Vujicic, realmente fui la primera en poner en práctica todo lo que hable ese día ya que mencioné puntos como las cosas que nunca queremos hacer simplemente por Pereza, por ejemplo: cocinar, lavar, estudiar, hacer lo que nos piden nuestros padres, levantarnos temprano y hasta servir en nuestra iglesia por no comprometerse y algunas veces hasta levantarse temprano. Y Nick es un vivo ejemplo de que querer es poder, de que no existen límites, y que se esfuerza y es valiente, ya que a pesar de no tener su extremidades eso no le impide a cocinar, nadar y hasta ¡predicar! El es un gran testimonio que no pone excusas para hacer las cosas ni para servir, sino que todo lo hace con amor, para Dios.

Y en muchas ocasiones nos vemos atrapados por este mal habito de la pereza, que siempre llegamos tarde a un culto ya sea, por pereza, también no hacemos las cosas bien y lo hacemos lo más fácil posible para salir del paso, en vez de hacer las cosas bien aunque dure más tiempo.

Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Colosenses 3:23

Siempre he pensado que cuando me piden hacer un favor, o servir en algo, trato de dar lo mejor de mí, ya sea en la Iglesia, Hogar, Universidad o en lo que yo pueda ayudar, porque él no sirve para servir no sirve para vivir, y es muy bonito tratar de hacer las cosas con excelencia, mucho más si tenemos todo para lograrlo y no poner excusas, ni ser perezosos ya que Dios nos quiere activos y serviciales, y todo hacerlo como para el Señor y no para los hombres porque él es nuestro Padre Celestial quien nos dio nuestros dones y talentos para utilizarlos, no para usarlos cuando nos plazca, o usarlos a medias y realizar las cosas mediocremente.

Siempre debemos dar lo mejor de nosotros, en todas las cosas que hagamos y luego veremos la recompensa de nuestro esfuerzo.

A fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. Hebreos 6:12

Autora: Kari Gazo

Escrito para www.destellodesugloria.org

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