No hay paredes – Reflexiones

No hay paredes

Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.

Mateo 25: 42,45

Este pasaje me gusta mucho y siempre he querido ponerlo en práctica.

Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones. Mateo 28:19

Cuando Jesús dijo esto, nos deja una tarea, un deber como cristianos, de ser misioneros y evangelizar, EXTENDER SU REINO.

¡Cuánta gente necesitada hay fuera de las iglesias! A veces nos encerramos y creemos que con asistir a las congregaciones cumplo con mi deber y nos volvemos egoístas al solo pensar en la salvación propia.

Uno de mis anhelos siempre ha sido ganar almas para Cristo, llegar donde esas personas que se sienten abandonados, que sus vidas no tiene sentido, enfermos, adictos, personas que viven en las calles y que sus vidas no tiene un norte, que vagan sin Cristo en sus corazones, sin que nadie les diga DIOS TE AMA.

Muchas veces ponemos miles de excusas para no predicar, quizás no “tengo tiempo”, “vergüenza”, ”temor”, ¿Qué dirán?, pero querer es poder y podemos evangelizar de muchas maneras, por ejemplo: con nuestro testimonio, dando pan el que tiene hambre, vestido, visitando a los abandonados, con nuestros talentos, por medio de las redes sociales, centros de estudio, a cualquier parte que vayamos que nos distingamos que somos hijos de Dios y que la gente diga: Yo quiero tener lo que esa persona tiene, que es CRISTO.

Hay un sinfín de maneras de hacerlo hoy en día, no nos quedemos con las brazos cruzados viendo como tanta gente se pierde, y que al igual como Cristo nos redimió, que por su gracia somos salvos, llevar este mensaje. No es necesario ir tan lejos, en el mismo lugar o barrio donde vives puedes hacerlo.

No te dejes solo para ti las maravillas que Dios ha hecho en ti, ¡Compártelo! No te preocupes si no funciona a la primera que lo hagas, pero tú ya has sembrado la semilla y el Espíritu Santo hará lo demás, que es el que convence.

¡No te olvides de la importancia de las misiones!

Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree. Mateo 1: 16

Autora: Kari Gazo

Escrito para www.destellodesugloria.org

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