Historia de un vagabundo
Historia de un vagabundo
Escrito por Lilo de Sierra
“Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas”.
(Mateo 7:12 NVI)
La integridad moral es la cualidad que define al ser humano en sí mismo; su comportamiento, sus creencias y su forma de actuar.
Jesús nos dio las pautas para convivir en un mundo poblado en la actualidad por más de siete mil millones de personas; nos enseñó que debemos orar por quienes nos persiguen, ayudar al necesitado, amar a nuestros enemigos, dar en vez de recibir y lo más importante, respetar y tratar a los demás como queremos ser tratados (Mateo7:12 NVI)
Hace unos meses, me encontré con una noticia en internet que me consternó. Un joven de 19 años de origen chino, para lograr una mayor audiencia en su canal de YouTube, decidió ofrecerle a un indigente en la ciudad de Barcelona, una galleta oreo que en vez de dulce crema en el centro, estaba rellena de pasta de dientes. Esta acción trajo problemas de salud a esa persona que solo expresó tener hambre y vio en las supuestas buenas intenciones de aquel muchacho, una oportunidad para saciar su necesidad de comer. El joven tuvo problemas con la justicia, fue criticado, señalado, identificado y denunciado por el trato humillante que había dado al indigente días antes, además enfrenta una compleja situación legal por la denuncia penal instaurada en su contra.
¿Cuál es el precio que estás dispuesto a pagar por aumentar el número de seguidores de tus redes sociales?, ¿se vale pisotear la dignidad de las demás personas, cualesquiera que ellas sean, para obtener un mínimo de reconocimiento? ¿Te divierte dar un trato degradante a los demás, porque tienen menos dinero, fama, estudios o posición social que tú? ¿Qué crees que diría Jesús si lo tuvieras hoy al frente tuyo?
Menospreciar la integridad moral de los que consideramos débiles, no es más que una utopía. Antes de maltratar a otro hijo de Dios como tú, ten en cuenta los siguientes puntos:
- Cada uno tendrá que rendir cuentas a Dios por sus acciones (Romanos 14:12 NVI)
- No somos nadie para juzgar a los demás, que se caigan o se mantengan en pie es asunto del Señor, quien tiene el poder de sostenerlos todos los días de su vida (Romanos 14:4 NVI)
- No podemos ser piedra de tropiezo para nuestros hermanos; el reino de Dios es cuestión de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo. El que así se comporta es aprobado por Dios y por sus semejantes (Romanos 14:17-18 NVI).
A pasos agigantados avanza el mundo en medio de herramientas tecnológicas, que pueden convertirse en armas de destrucción masiva, cuando son utilizadas de la manera equivocada. Todos somos influenciadores; Si hacemos daño, pagaremos por eso; si pretenden hacernos mal, Dios tiene el poderío de cambiar las cosas a nuestro favor y transformar la maldad en bienestar para nuestra vida (Génesis 50:20 NVI), la decisión está en tus manos…
“Quien teme al Señor aborrece lo malo; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso”.
(Proverbios 8:13 NVI)
Escrito por Lilo de Sierra para www.destellodesugloria.org