Aprendamos a amar…
Aprendamos a amar…
Vengo llegando del velorio de la madre de una adolescente de 18 años. Ella vivía sola con su mamá y juntas participaban en la iglesia. Cuando esta jovencita llegó traía el mundo en sus hombros, muchas dificultades y penas que poco a poco Dios fue sanando y alivianando. Su madre estaba tan feliz de verla distinta, alegre, optimista. Hizo algunos amigos y participaba con gusto de las actividades que estaban planificadas. Al tiempo después dejó de asistir y no la vimos más, posteriormente yo me enteré que asistía a otra iglesia junto a su madre.
Algunas veces me la encontraba en algún medio cibernético e intercambiamos un par de palabras para mantenernos actualizadas. Cuando me enteré de la muerte de su madre me contacté inmediatamente con ella manifestándole mi deseo de poder acompañarla y asistir con el grupo de jóvenes y adolescentes a los servicios preparados para despedir a su mamá, ella me respondió que no quería que se llenara la iglesia de gente que jamás le habían hablado o le había preguntado cómo estaba, entre otras cosas más. Ante sus dichos, preferí preguntarle quiénes querían que asistieran y me dio cinco nombres ¡Sólo cinco nombres! Cuando me los dijo quedé petrificada como una roca. Helada. Espantada. Y muy, MUY avergonzada, pero a la vez, inmensamente agradecida por estar en esa selecta lista.
No voy a emitir juicios de valor, no soy quien para hacerlo…pero sólo quiero llevarlos a reflexionar sobre lo que les comento. No sé cuánta gente sentirá en algún momento lo que esta joven siente. No sé cuántas personas pueden sentirse identificadas con lo que yo escribo. Es cierto, a la iglesia asistimos personas de carne y hueso, que nos equivocamos igual que el resto de los mortales, y yo no quiero referirme a los que nos está faltando, sino a aprovechar el tiempo para hacer las cosas a la manera que Dios nos ha encomendado. Repletos de SU amor, que es lo que DEBE hacernos distintos del resto.
No puedo sacar de mi mente el siguiente pasaje, se me aparece una y otra vez:
«Si yo pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo sólo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena. Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada. Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada»
1ª Corintios 13:1-3 (NTV)
No importa lo bien que predique, no importa lo carismático que sea, no importa lo buen músico que sea, no importa lo buen bailarín que sea, no importa si me sé la Biblia de memoria, no importa si llevo 5-10-20 años en el evangelio, no importa si soy “líder” o no lo soy, no importa si soy el más tímido del grupo, lo único, ÚNICO que importa…es que TENGA AMOR.
Que Dios nos enseñe a amar a los demás con SU amor. Que el recuerdo de el amor que Él tiene por nosotros sea un testimonio TAN VIVO que sea imposible de ignorar.
Aprendamos a AMAR, sólo así aprenderemos a VIVIR.
Autora: Poly Toro
Escrito para www.destellodesugloria.org
es una tremenda reflexion para cada uno de nosotros ya que es lo que menos hay en las iglesias.
!oh¡ Señor danos de tu amor porque eso es loque nos falta, amor para interezarnos los unos por los otros.
Yo, personalmente hace 12 años tuve un accidente, vivia sola en una habitacion que yo rentaba, cuando ya no pude ir a la iglesia, yo pense ya me buscaran preguntaran por mi, no, no ocurrio eso, nadie me llamo nadie me busco, necesitaba de la ayuda de la hermandad y no estubieron alli me sentia tan, pero tan sola, no pude ir a la iglesia por 8 meses y yo servia alli era muy conocida porque siempre estava en la puerta recibiendo a la gente, ni mis compañeras de servicio es decir nadie. Comencé a asistir a una iglesia muy cerca donde yo vivia, caminando con mis muletas.
Poco a poco deje de asistir por el resentimiento que entro a mi corazón que nadie me habia buscado,a mediados del 2003 necesitada ardientemente del Señor, comencé asistir a otra iglesia pero extrañaba la iglesia donde yo fui una de las personas que empezamos la obra alli con 35 personas, (ahora es una grande iglesia). En el 2007 fui a visitar a la iglesia,
reconoci a cada una de mis hermanas y que creen ellas me habian olvidado
en 7 años, senti un dolor tan dentro del corazón que no soporte el llanto y les dije no es posible que me hayan olvidado,dije a mi misma «no importa DIOS nunca me olvido y es una estupidez volverme a resentir por eso». Luego en ese mismo año hize mi mudanza a otro lugar donde asisti a una iglesia donde me recibieron con mucho amor al mes una hermana directora de la academia biblica me pregunta que si voy a seguir asistiendo a loque le conteste que si, me dijo que hiciera el traslado de mi membresia y lo hice, al siguiente mes me dijo quiero que me apoyes en el servicio de la academia biblica, ¡claro con gusto! gracias por darme esa oportunidad le respondi comencé a servir alli.En enero 2009 tuve otro accidente no fue muy grave fue un viernes tenia que estar en una reunion de este grupo y como no llegue comenzaron a llamar preguntando que me habia pasado yo estaba en el hospital estubieron pendientes de mi los 6 dias que no pude movilizarme. senti el amor de DIOS atraves de ellos(as). Octubre 2009 sali de mi pais a otro, donde actualmente vivo, ellos-as estan siempre en contacto con migo y viceversa. He aprendido que cuando no veo a uno de mis hermanos
un domingo, les lláme, pues la iglesia donde asisto ahora es muy pequeña y todos nos conocemos y estamos pendiente el uno del otro, somos de diferentes nacionalidades colores,razas y costumbres (todo en frances) pero todos con un mismo Espiritu y pensamiento. Pero yo digo aun asi me falta mucho amor mucho para dar a mi projimo.
Agradezco por este hermoso tema que me a hecho reflexionar mucho sobre el amor el verdadero amor que solo DIOS nos lo da.
Bendiciones miles y perdon por esta historia.
Gracias a ambas por escribir. Me encanta leer lo que comentan y saber que, de alguna manera, estas palabras sirven para analizar muchas cosas.
Anhelos que ambas puedan sentir el amor de Dios a través de la gente que las rodea, que ponga personas que tengan un amor tan inmenso, que las contagie y marque con ese sello!
Bendiciones a ambas!!!
Amar significa amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como
a ti mismo.Pero tus palabras son
tan positivas y emotivas que bien es verdad que a la hora de reflexionar hay gente para todo, nadie es quien para hacer juicios de valor, tienes razón en lo que dices,pero cuando te ofenden porque sí y su carácter es diferente al tuyo y aún haciendo el bien ya eres mala persona, comprendo que para ti sería muy duro escuchar a la chica,pero eso
demuestra que en esta vida no todos somos iguales y has sido muy
valiente al contar esta historia.
Y hay cosa que deben de salir a la
luz porque somos personas de carne
y hueso.Y a mi me ha calado muy
hondo.No siempre hay amor cuando sé predica.Es muy bonito escuchar
pero si luego pierdes el respeto
a la persona de nada nos vale el
ejemplo.Creo que se entiende perfectamente para quien tenga un
buen corazón lleno de la Misericordia de Dios.Es muy hermoso que la gente te quiera
pero que no te claven el puñal en
la espalda,en la vida hay mucho de
agradable y de bueno,¡pero nada
tan bueno e importante como el amor.Esa es la esencia del amor verdadero.Para que tanto mal si
antes los ojos de Dios todos somos
iguales.
Si no hay amor nada soy.Bonitos son
los comentarios tanto como los devocionales de interesantes.Donde
se puede aprender a querer y amar al prójimo sin condiciones.No siempre te dan amor en una iglesia.
También te dan bofetadas hay que
vivirlo para saber lo que puedes escribir y lo que no.Gracias por
dejarnos decir lo que sentimos.