Temas para Mujeres – Somos lloronas pero no cobardes
Tema: «Somos lloronas pero no cobardes»
Texto: Eclesiastés 3: 4-8
«Todo tiene su tiempo, tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar; tiempo de lanzar piedras, y tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de rechazar el abrazo; tiempo de buscar, y tiempo de dar por perdido; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de rasgar, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de odiar; tiempo de guerra, y tiempo de paz».
¿Que la mayoría de las mujeres somos susceptibles? Si. ¿Que las mujeres somos lloronas? También. ¿Qué somos llenas de vericuetos y angustias? es verdad. A ratos somos un poco dramáticas y exageradas, a lo mejor.
Sin embargo es esa condición lo que nos hace diferentes al pragmatismo de género masculino. No es fácil para nosotras las mujeres aguantar un dolor profundo, la boca tiembla, los ojos se ponen vidriosos, se quebranta la voz… y el nudo aquel de la garganta duele… No es fácil contenerlo… y todo eso es generado por un motivo.
Dios conoce mi corazón, conoce mis lágrimas, conoce mi pasado y mi presente y sabe mis temores. Si tiene contado cada unos de mis cabellos pues sabe el número de lágrimas derramadas con o sin razón. Pero eso no nos justifica ser porcelanas que al mayor golpe se rompan. Una cosa es ser susceptible y otra muy diferente es ser cobarde.
Ahora bien ¿Que ganas con llorar y no hacer nada? ese es el punto en que no se debe caer. Eso es llorando y solucionando, cogiendo las riendas de lo que me produce esa angustia, orar, pedir sabiduría y suplicar un corazón plenamente confiando en Cristo.
En la vida se presentan situaciones inesperadas que deslumbran o desconciertan. Confiar en el hombre no es fácil. La confianza no es fácil cuando en tu corazón tienes guardado el pasado y no lo has dejado ir. Confiar en quienes te han hecho daño aún amándote es muy difícil pero Dios te impulsa a hacerlo porque ya no es en tus fuerzas sino en las suyas. Cada momento de aflicción es una oportunidad más para crecer, para demostrarle a Dios que confiamos antes que en el hombre en él.
Mujeres como yo, sentirse mal por un momento es muy normal, el corazón nuestro es muy consentido y le gusta el buen trato, tanto que el menor brinquito inesperado nos sentimos vulnerables, y salen a flote basuritas que no se han limpiado. Sin embargo en ocasiones, las cosas pasan porque Dios busca fortalecer las debilidades que nos hacen esclavas.
Sentirse afligida por momentos no es malo, llorar ayuda a limpiar el alma, a reflexionar y a sentirse más cerca de Dios… allí Dios se manifiesta más fácil en ese momento pleno de emotividad… y siempre habla, siempre de alguna manera no te abandona, te manda a quién menos imaginas para decirte que él está allí, que para los que aman a Dios todo les sale bien y tenemos un final feliz.
Las cosas viejas pasaron, confiemos en Dios y con prudencia y sabiduría démosle la oportunidad a otros de demostrar que como nosotros también Dios, les ha cambiado. Aunque no es fácil debemos arriesgarnos a creer una vez más, pero esta vez con el respaldo de Dios.
Autor: Paula Andrea Vega
Escrito para: www.levantatusmanos.blogspot.com
Gracias amadas Dios me a hablado con el mensaje en un momento muy especial, necesitaba esa palabra El Señor les siga usando bendiciones.
A igual q a Marta, necesitaba un mensaje para una situacion dificil, que atravieso, y me dio mucho satisfaccion ponerlo en el google meditaciones para mujeres, y saber q atravez de Ud. encotre una respuesta de Dios, estaba llena de dudas por la situacion, pero todo lo leido aclaro aquellas dudas, hoy puedo decirle, SI, SEÑOR ESPERO EN TI, PORQUE CONFIO EN TI Y NO EN MI ESPOSO, Nuestro PADRE CELESTIAL las bendiga y si pueden enviarme mas mdeitaciones a mi correo estare muy agradecida.
gracias por confortar mi alma ya que en estos momentos me sentia triste y con un profundo dolor, pero he tomado fuerzas y no ser cobarde .Bndiciones
es de mucha bendicion para mi ministerio y para mi vida
tremendo…..somos asi como lo describio la hermana pero somos full valientes esa la gran diferencia…yo le doy gracias a DIOS pues es fiel….y me sostiene con su mano derecha…
SE Q DIOS CREOEL DIA BUENO Y EL DIA MALO EL LLORAR Y EL REIR PERO COMO DICES DE NADA SIRVE LLORAR CUANDO LLORAMOS PARA NOSOTRAS MISMAS Y NO PARA DIOS CUANDO LLORAMOS PERO A LA VEZ DECIMOS SEÑOR MIRA MI SITUACION SABEMOS Q YA TENEMOS AYUDA POR Q EL ESTA ATENTO A NUESTRO CLAMOR Y AL ESCUCHAR NUESTRA VOZ LLENA DE CONGOJA EL SE LEVANTA EN NUESTRO AUXILIO Y NOS DA LA RESPUESTA EL HOY TE DICE ¿MUJER POR Q LLORAS? ESPERA EN DIOS YO SOY TU RESPUESTA EN EL MOMENTO DE LA ANGUSTIA Y LA DESESPERACION NO TEMAS POR Q JEHOVA ESTA CON TIGO
SI ASI ES YO TAMBIEN HE LLORADO MUCHO POR LA SITUACION QUE HE ESTADO PASANDO, PERO AL MISMO TIEMPO HE SENTIDO LA MANO DEL SEÑOR AYUDANDOME A SALIR DEL POZO DE LA DESESPERACION Y AHORA SE QUE DIOS ME ESTA AYUDANDO A CRECER A CONFIAR EN EL Y NO EN MI ESPOSO, QUE NO ME HABIA DADO CUENTA QUE TENIA CON EL UNA CODEPENDENCIA MALIGNA Y QUE EL ME HALIBRADO DE ESO Y LE PIDO PERDON SI LO PUSE A EL EN PRIMER LUGAR EN LUGAR DE MI DIOS, PERO AHORA TODO ESTA ES SUS DIVINAS MANOS Y EL NOS DA LA FUERZA Y NOS SOSTIENE EN TODO.
Gracias querida hermana Paula Andrea, porque has tomado un tema muy especial,ya que entre las cosas que estubieron en la mente de Dios al crearnos, fue el proveer ese » escape » al corazòn que son las làgrimas, porque aunque a veces hemos pensado al pasar por una prueba,que ya no tenemos màs làgrimas para llorar, todavìa ahi estan, como estubieron en Ana, cuando sus labios no daban palabras claras, sino suspiros y callados gemidos,pero lo mejor de todo, es que Dios conoce perfectamente el lenguaje de las làgrimas tambien,el sabe si son de impotencia, de coraje, de odio, o de gratitud o entrega y confianza de nuestros problemas al Señor. Oi una ocaciòn aun ancianito decir que Dios conoce el chillido de sus hijos, y creo firmemente que esto es verdad,y que El tiene todas nuestras làgrimas en su redoma, y que como El promete, si confiamos en El, El cambiarà nuestro lamento en gozo.Dioss te bendiga, y te siga dando tan bellas meditaciones de su palabra. con aprecio Gloria Camacho GARCÌA.
Sin duda Dios no esta demasiado ocupado para escuchar nuestro corazon y quien mejor que el porque el deposito en nuestro cuerpo ese organo que es la vida misma….El que yo haya entrado aca no fue casualidad y efectivamente estaba llorando y cuantas veces no lo he hecho pero si recuerdo siempre Dios me ha levantado como lo hara las veces que sean necesarias….Bendito sea Dios que permita un sitio como este para daros fortaleza y recordarnos que èl puede hablar de miles de formas…
Que Dios siga bendiciendolos enormemente
Carina Moreno
Esta refexion me ayudo mucho a mi vida ya que yo soy muy llorona, pero cuando siento la presencia del senor en mi vida todo pasa todo dolor se quita porque tengo la confianza de que la persona que mas me ama con todo y mis errores nunca me deja sola y siempre esta ahi para consolarme, yo se que hay tiempo para todo tiempo de reir y tiempo de llorar, y este es mi tiempo de reflexionar hacerca de lo que hago y pienso.
Gracias,por tan lindas reflexiones, que ayudan en momentos dificiles, pero confiamos en Dios,y sabemos que nos ama y nos protege.
… A LA VERDAD SI SOMOS MUY LLORONAS UNAS MAS QUE OTRAS, PERO SIEMPRE LLORAMOS, esto no significa q seamos debiles o cobardes, todo lo contrario cuando lloramos dejamos nuestras cargas en esas lagrimas q toma Dios en sus manos,y nos da nuevas fuerzas para seguir adelante. ASI QUE SOMOS BIENAVENTURADAS POR LA VIRTUD DE LLORAR.
BENDICIONES.!!1
me encanto el tema, siempre he dicho que lo que no te mata te fortalece
pero tambien se que Dios es quien son su mano de poder te sostiene en el dia de la angustia he descansado en Dios con lloro, pero al siguiente dia ahi esta la luz de Dios. Grcias Dios las siga bendiciendo. amen y amen.
Amen!gracias por este mensage!fue de bendicion a mi vida.
Gracias !señor por que tu Amor es tan grande por nosotras que en debido momento nos ayudas cada día más a confiar en ti ,perdóname cuando dejo de hacerlo