No te soltará

NO TE SOLTARÁ

Vivimos en días de mucha violencia y la gente invierte dinero en sistemas de seguridad, vigilancia las 24hs. O sistema de monitoreo constante entre otras cosas que ofrece el comercio del rubro. La necesidad de dinero “fácil” hace que la delincuencia tome como rehenes a personas cada vez más jóvenes impulsándolos creer que es la única “vida” que pueden llevar. Esta inseguridad  ha alcanzado todos los ámbitos; también en el tema de la salvación del alma. Dice la biblia:

“Y ésta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el día final”. Juan 6:39 (NVI)

Esta expresión en la narración del evangelio de Juan nos hace estar tranquilos a la hora de pensar en la seguridad de nuestra salvación. Miremos en un paso a paso.

1-  Esta es la voluntad… del Padre. No es un deseo, ni un vago anhelo humano, lo que determina la permanencia de la salvación, sino la voluntad de Dios el Padre. La voluntad de Dios, no es como las voluntades humanas, cambiantes y titubeantes, sino que lo que Él determina en su soberanía: Él lo cumple.

2-   Nada de lo que Él me ha dado… El alma que se ha acercado a Cristo es porque la influencia divina ha obrado. Ser cristiano de verdad, no es un convencimiento mental, sino el impulso divino del Padre, de traer un alma a la cruz de Cristo, para limpiarla de sus pecados, y darle un nuevo corazón.

3-  Que yo no pierda…Aquel que fue recibido por Cristo, que fue «comprado» con su sangre derramada en la cruz, no se pierde. La transacción fue hecha, el pecador arrepentido es ahora un hijo de Dios, redimido por Cristo, y está en sus manos, ¿Quién podría decir que puede alguien perderse…. de las manos del salvador?

4-  Lo resucite en el día final… La obra de Dios realizada en un corazón arrepentido, no es temporal, sino eterna. Pues su validez va más allá de esta vida. Para el salvado por Cristo, el día de la resurrección es un hecho.

Si tus temores por el destino de tu alma te tienen perturbado… Si las creencias que has recibido se basan solo en preceptos humanos de hombres falibles. Déjame presentarte al Dios infalible, que te ama y quiere guiarte a una verdadera experiencia de salvación.

Al entregar nuestras vidas a Jesucristo, Él transforma nuestros temores en paz y las dudas en seguridad. Este es un buen día para permitir que el Padre nos guie a las amorosas manos de Jesucristo en las cuales hay poder para tomarnos, sostenernos y nunca soltarnos. Si el diablo y todo el infierno quisieran atemorizarte… señálales las poderosas manos de Cristo. Si la muerte quiere amedrentarte… señálale el «día de la resurrección”. Confía en la promesa inmutable de Dios.

Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano.

Juan 10:27-28 (NVI)

Autor: Gustavo J. Iriart

Escrito para www.destellodesugloria.org

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