Destellito: El gemido que nadie quiere oír

Un Destellito en las manos de Dios

el gemido que nadie quiere oirLa naturaleza forma parte de la creación, y es tan importante, que la subsistencia del ser humano depende de ella, Dios la creó para que su ecosistema estuviese a disposición de él, sin embargo, el hombre ha abusado enormemente, de tal manera, que si antes la naturaleza y el hombre convivían armónicamente, hoy vemos que aquél que debía beneficiarse ordenadamente de la naturaleza, se convirtió en su enemigo, en su depredador.

Es situación diaria, comentada por todos los medios de comunicación, observar a millones de personas en el mundo respirando aire altamente contaminado, como así mismo, mirar con impotencia como las aguas de ríos y mares son contaminados de muchas formas diferentes, y el corazón de Destellito, se conmueve al enterarse de miles de muertes diarias, de personas que fueron creadas por Dios Padre para disfrutar de lo que Él hizo, a causa de la polución y el envenenamiento global.

El gemido que nadie quiere oír

Destellito, se puso triste al enterarse de muchos animales, aves, animales marinos, y vegetales que fueron creados por Dios, y que hoy no existen, y menciona a algunos de ellos, como: La Paloma migratoria, la última ave murió en un zoológico de Cincinnati, en 1914; La Foca Monje del Caribe, declarada extinta el 6 de junio de 2008; El Bucardo, el último de su especie murió el 6 de enero de 2000, se intentó clonarlo pero murió a los siete minutos de nacido, y El Olivo de Santa Helena, el único olivo murió durante el año 1994, su información genética se perdió totalmente. Después de meditar un ratito, Destellito abrió su Biblia en el Libro a Los Romanos, y leyó: 

Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Romanos 8: 22,23.

Hay un acontecimiento grandioso, que cuando suceda, silenciará el gemido de la naturaleza toda, y también el gemido del pueblo de Dios, es lo que la Escritura llama: la manifestación de los hijos de Dios. Romanos 8:19. No sólo el hombre y la mujer sufrieron las dramáticas consecuencias del pecado, sino que también la creación de Dios, de tal modo que con cada especie que deja de existir, se deja oír su gemido pidiendo redención, expresó Destellito.

La redención de Cristo Jesús es completa, cubre todo lo que el pecado dañó, es cósmica, y está al alcance de aquellos que creen en Él. En la cruz venció al imperio de la muerte, consecuencia principal del pecado, y hoy está a las puertas de su corazón, llamándolo.

Autor: Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org

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