(¿) Valió la pena (?)

(¿) Valió la pena (?)

Hoy conversaba con una amiga sobre el porqué no había ido a visitar la Universidad de la cual egresé en todo este tiempo de estar trabajando y lo cierto es que no me han dado ganas. El año de mi egreso ocurrieron muchos hitos en materias de educación en mi país, lo que hizo colapsar al sistema y necesitar re estructurarse para poder sobrevivir. En medio de esa vorágine de cambios, estaba yo.

La Universidad de la cual egresé, específicamente mi Escuela, generó un movimiento estudiantil que se caracterizó, entre varias cosas, por la poca tolerancia y respeto a las opiniones divergentes. En general, yo no era de las personas que solía asistir a las asambleas ni a las protestas o movilizaciones a las que convocaban, mi compromiso social se reflejaba en otras instancias o “movimientos”. Cuando comencé a ver que las cosas se estaban volviendo graves y estábamos a punto de perder el año académico, nos reunimos con un grupo muy pequeño de compañeros para ver qué podíamos hacer para revertir la situación. No éramos ni el 5% de la cantidad total de estudiantes de la Carrera, pero nos organizamos para plantear propuestas de gobernabilidad distintas a las que se estaban practicando en ese entonces. Un día asistí a una de las polémicas asambleas y bastó con que diera mi opinión para que me trataran de “fascista” y “pobre de espíritu”. Ambos comentarios me cayeron como un balde de agua fría e hicieron que todo mi cuerpo reaccionara incluso con el estómago revuelto. Desde ese día en adelante, acercarme a mi Universidad ha sido tremendamente hostil y la última vez que asistí fue cuando tuve que defender mi tesis.

Esta experiencia me hizo conectar con una experiencia que no es mía, es la experiencia de Jesús hecho hombre. Me impacta el pensar todo lo que deben haber dicho de Él y todo lo que a Él le deben haber dicho en su cara. Creo que el “fascista” y “pobre de espíritu” que me dijeron a mí, no son comparables con las burlas, insultos, improperios y maldiciones que tienen que haberle dicho a Jesús. Sin embargo, hay algo que me impresiona de Él…en verdad son muchas las cosas que me impresionan, pero una de ellas, es el pensar que Él, en su carne, en su cuerpo de hombre, es muy posible que haya experimentado las mismas sensaciones corporales que sentí yo ese día de la asamblea, su estómago pudo haberse descompuesto, pudo haber sentido que su corazón se aceleraba, y con todo eso en contra, Él siguió pensando que valía la pena morir por su causa.

Me conmueve hasta las lágrimas el versículo 8 de Filipenses 2 que dice “Y hallándose en forma de hombre, se humilló El mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Me impresiona la integridad de Jesús en la cruz, que frente a todo lo que le decían Él haya seguido pensando que valía la pena morir por la humanidad…lo que más me impresiona es que Él no es como yo, si tuviera que volver a hacerse hombre para salvar a la humanidad lo haría y no tendría excusas para no hacerlo, no como yo que no quiero volver a aparecer por mi universidad. Él es todo lo que yo no soy y sin embrago, piensa que tengo todo lo necesario para morir por mí. Me impacta el amor de Jesús, me impacta su entrega y me impacta su generosidad. Lo que más me ha impactado es entender, a través de esta experiencia que me tocó vivir, que para Jesús NUNCA las cosas fueron fáciles, y pese a todo, Él seguía creyendo en la humanidad…Él seguía creyendo en ti y en mí…

Autora: Poly Toro

Escrito para www.destellodesugloria.org

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