El León entronado destronado
Un Destellito en las manos de Dios
No hay dudas que el hombre y la mujer nacen con virtudes y defectos, algunos las manifiestan desde muy pequeños, expresa Destellito, y otros a medida que crecen, dando vida a la conducta.
Dios Creador, ha señalado en las Sagradas Escrituras, cuáles deben ser cualidades o atributos que debe tener un hijo de Dios, y que vienen con el nuevo nacimiento.
Voy a contarles la siguiente historia, dijo Destellito, mientras se acomodaba en su silla mecedora.
Trata sobre un león que se creía el más fuerte de los animales, y cierto día decidió adentrarse en la selva. Se encontró con el tigre y le preguntó quién era el animal más fuerte de la selva, —por supuesto que eres tú—, le contestó. Siguió avanzando y se encontró con el cocodrilo que descansaba a la orilla del río, — ¿quién es más fuerte que yo?—, —nadie más que tú, tú eres lo máximo de todos los animales—, contestó. Entonces el león, complacido, se encontró con un elefante, y le hizo la misma pregunta.
El elefante cogió al león con su trompa, y lo arrojó a varios metros golpeándolo sobre un poderoso árbol, el león, herido en su orgullo, se retiró con mucho cuidado. Después del relato, Destellito abrió su Biblia para leer:
Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de ti con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Romanos 12:3
El León Entronado Destronado
El engreimiento o la jactancia es una conducta del todo reprochable. Creerse superior a los demás, se está corriendo el riesgo de terminar como el león, humillado. Dios Creador no se complace cuando sus hijos e hijas, no han sepultado totalmente el viejo hombre que está viciado, sino que siguen arrastrando uno de esos vicios que es la vanagloria. La Palabra de Dios insta claramente que el concepto que cada uno tenga de sí, sea mesurado, humilde, cuidando de no estar trabajando en su obra para obtener el reconocimiento de los demás, robándole la gloria a Dios Todopoderoso.-
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org
