Cuando los Cielos se Abren

Texto: Mateo 3: 13- 17

“Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”

Voy a hablarle en esta ocasión bajo el tema, Cuando los Cielos se abren, para ello, permítame primero hacerle la siguiente pregunta.

¿Ha llegado alguna vez a la conclusión, que pareciera ser que el cielo está cerrado para usted? Lucha por salir adelante en la vida y no lo logra, se esmera por calificar para un buen trabajo y este no se da, trata de llevar una buena relación con su pareja, pero no funciona.

¿Le ha pasado? cuando estas cosas suceden, la vida deja de ser divertida y se convierte en un sufrimiento, y en momentos así, literalmente algunos sentirán fuerte el deseo de terminar con ella.

Ahora, usted tiene que saber lo siguiente, ocasionalmente los seres humanos vamos a pasar por estas experiencias, la pregunta es ¿por qué, por qué las personas pasamos por situaciones como ésta? ¿Cuál es la razón?

Permítame explicárselo, toda persona en este mundo, no es un accidente de la vida, es una criatura hecha por Dios para cumplir un propósito y una asignación divina, el problema se suscita cuando nuestra vida camina en sentido contrario al propósito de Dios, cuando esto sucede, los cielos se cierran inevitablemente.

Veamos lo que dice: Apocalipsis 3:7  Esto dice el Santo,  el Verdadero,  el que tiene la llave de David,  el que abre y ninguno cierra,  y cierra y ninguno abre.

¿Qué significa esto? se lo explico, cuando Dios cierra una puerta, nadie puede abrirla, pero de la misma manera, cuando Dios abre una puerta, ¿quién podrá cerrarla?

Sólo el que tiene la llave de una puerta, tiene también el poder para abrir y cerrar esa puerta, sólo Dios tiene las llaves para abrir y cerrar los cielos en favor o en contra de alguien, y cuando Dios abre los cielos nadie puede cerrarlos, pero asimismo, cuando Dios cierra los cielos nadie puede abrirlos, sólo El.

Ahora pensemos en esto, cuando una persona quiere abrir una puerta que está cerrada, y él no tiene la llave, ¿qué es lo que hace para abrirla? Utiliza la fuerza.

Algunos la patearán para abrirla, otros usarán pata de cabra y si la puerta es muy fuerte le pondrán dinamita para hacerla explotar, pero las puertas del cielo no se abren con estas cosas.

No importa cuánta fuerza humana utilices para abrir las puertas del cielo, no lo lograrás, tampoco podrás abrirla sólo porque explotes de ira y de rabia contra Dios, contra tu familia y tus amigos, nada de eso abrirá tus puertas, porque las llaves están en las manos de Jesús.

Ahora, ¿cómo hago para abrir las puertas del cielo para mí? De la misma manera en que lo hizo Jesús, permítame explicárselo, veamos el modelo de Jesús, el vs 3:13 dice: Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.

Jesús vino ante Juan a ser bautizado por él, en un río llamado Jordán. La palabra Jordán, es una palabra hebrea que significa “muerte” ¿qué significa eso? Que el Jordán representa la cruz, donde Cristo murió y donde comienza nuestra fe.

El Jordán, es el río donde Jesús fue bautizado, y ese bautismo representaba su muerte en la cruz, luego de que fue bautizado los cielos se abrieron, ¿quiere usted saber cómo se abren los cielos para una persona? Se hace a través de la cruz.

Solamente cuando te acercas a la cruz a pedir perdón por tus pecados, es que logras hacer abrir los cielos, ¿por qué tiene que ser así? Porque el pecado cierra los cielos, pero la sangre de la cruz limpia el pecado y los cielos vuelven a abrirse.

Toda persona en este mundo es como un vaso que Dios quiere llenar de agua limpia, pero si el vaso está sucio no lo llenará hasta que se limpie, de la misma manera sucede con las puertas del cielo, estas no se abren sino hasta que el pecado es limpiado.

Ahora déjeme enseñarle algo más, el vs 14 y 15 dice: Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.

Jesús llegó al Jordán a ser bautizado por Juan, pero Juan no entendía lo que Jesús hacía allí, y la Biblia dice que se oponía, esto es lo mismo que sucede cuando un hombre trata de acercarse a la cruz a limpiar sus pecados, muchos se le opondrán.

De la misma manera en que Juan se le oponía a Jesús para no ser bautizado, algunos de tus amigos se te opondrán para que no te acerques a la cruz, otras veces será tu misma familia, algunos de ellos serán de tu círculo social e incluso tu propio razonamiento se levantará contra ti para que no des ese giro a tu vida, pero sino lo haces, los cielos no se abrirán.

Pero Jesús le respondió a Juan, vs 15 Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.

Hay un gran trabajo que ocupa a Satanás, y es el hacer todo lo posible para que usted y yo no obedezcamos al Señor, a él no le preocupa mucho cuando alguien lee la Biblia, e incluso si viene a algún culto, para él todo estará bien mientras usted no se acerque a la cruz.

El cielo hará todo lo posible para atraerlo a la cruz y abrir los cielos para usted, pero no le quepa la menor duda de que de igual forma Satanás se levantará para que usted no vaya más allá y los cielos sigan cerrados para usted. Amén

Por Alfredo Campoverde

Escrito para www.destellodesugloria.org