Maravillosa geografía
Maravillosa geografía
En esta última semana he recorrido lugares maravillosos del sur de mi país. Y no son maravillosos sólo porque yo lo diga, sino que también los turistas de distintas latitudes quedan enamorados de estas tierras y desean regresar lo antes posible. Las fotografías que se toman de las Torres del Paine y de distintos paisajes de la región son como para hacer cientos de postales y calendarios que las porten. Para mía, es la demostración viva de la obra de Dios.
Me impresiona saber que aún el paisaje más extraordinario del mundo fue creado por Dios para ti y para mí, y lo que es más impresionante aún, que para Él nosotros, nuestra vida, es más preciada que esos paisajes. Si lo logramos entender es estremecedor.
Mira, te sugiero el siguiente ejercicio. Piensa en el lugar más bello que tus ojos hayan visto, ya sea en vivo, en fotos o en películas. Recuerda esa imagen cerrando tus ojos y trata de contemplarla totalmente, casi como si estuvieras en ese lugar. Bueno, tú vida para Dios es de aún más valor que la belleza de ese paisaje. Él creó ese lugar para que lo disfrutes, para alegrarte el corazón.
Mientras recorría la carretera llegando a Puerto Natales, una localidad al norte de Punta Arenas, el lugar que visité, observaba paisajes que llenaban mis ojos y aceleraban mi corazón. Realmente la creación clama Su nombre, como dice la Palabra. Es impresionante ver cómo Dios fue capaz de crear paisajes y lugares tan únicos sólo para dejar Su sello, para que tú y yo recordemos el valor que tenemos ante Él. Valemos mucho más que la mejor postal o fotografía, y aún más, que el lugar de donde se obtuvo esa fotografía. Nuestra vida es más valiosa para Dios que cualquier otra cosa, porque nosotros somos SU OBRA MAESTRA.
Cuando Dios creó el mundo, y el libro de Génesis capítulo uno lo relata muy bien, creó todo el escenario para que viviéramos en el mejor de los lugares, nos proveyó de luz, de energía, de agua, de alimentos, de animales, y de todo lo que fuéramos a necesitar y LUEGO creó al hombre y a la mujer. La creación del género humano fue la obra culmine de Dios, nada le costaba haberlo creado primero y luego crear todo el resto; sin embargo, no fue así y eso nos habla de lo preocupado que siempre ha estado de que tengamos lo que necesitemos. Y hasta el día de hoy es y ha sido así.
Al nacer, Dios ya tenía preparado un futuro de gloria para ti y para mí, y no es que nazcamos predestinados, porque tenemos la capacidad de elegir qué es lo que tomamos y qué no, sino que Dios creó un escenario perfecto para que podamos desplegar nuestros talentos y vivir nuestra vida entendiendo lo valiosos que somos. El creador de la vida dice de nosotros que somos el tesoro más preciado que tiene. Tú y yo somos el plan de Dios. Somos Sus brazos, piernas, pies y corazón en este mundo. Dios no tiene un plan para ti, tú eres Su plan perfecto. ¿Te lo crees?
Autora: Poly Toro
Escrito para www.destellodesugloria.org